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Ensayo sobre la Cultura

José Luis Herrera Arce

Encuentro de escritores coahuilenses.

Los pasados días siete y ocho de Marzo se realizó en el foyer del teatro Isauro Martínez, bajo los auspicios del mismo teatro, el Instituto Coahuilense de Cultura y la fundación Meccano, dirigido por el Dr. Salvador Jalife García, y organizado por Saúl Rosales Carrillo, el encuentro de escritores coahuilenses, donde se presentaron más de 25 ponencias que versaban sobre la literatura regional, en un ambiente de camarería y reconocimiento.

La pregunta es: ¿Qué importancia puede tener un encuentro como éste? El propósito de mi artículo será esclarecer la cuestión un poco.

La literatura es la voz de una ciudad; esa voz que se queda en revistas y a veces en libros, expresando los dilemas en los que las personas nos encontramos todos los días. Es cierto que cualquier persona se enfrenta a problemas diario, pero también es cierto que no todas las personas tienen el don de escribirlos; como otros no poseerán otros dones.

Todas las funciones que realizan los individuos en una sociedad son importantes. Los escritores, a veces, pasan desapercibidos. Muchos, por la inmediatez del momento, no saben, ni siquiera, para que sirve la literatura. Pude antojarse que sólo sea un artículo, que ni siquiera llega al lujo, que está ahí para llenar libreros por los lomos de las pastas, o para forjar genios locos que a veces hablan lo que nadie entiende.

La literatura es la voz del género humano. No es la voz científica que prueba , eso lo sabemos bien , es la voz humana que subraya, que expresa, que busca , que simboliza, que reconstruye este mundo en el cual vivimos y al cual le queremos encontrar una lógica. La Literatura puede ser un grito de inconformidad, pero también puede ser un remanso a la conciencia o un arroyuelo que arrulla el alma.

Si seguimos la clasificación que de la literatura hace Joyce en el retrato, podríamos decir que la épica nos habla de la gesta que los hombres han realizado para construir la civilización y ésa épica puede tener dimensiones míticas, como es el caso de la Odisea. La lírica nos habla de los sentimientos del hombre; no sólo los amorosos. El hombre es capaz de sentir al mundo de diferentes maneras; también existe el sentimiento de rebeldía que se alza frente a lo incomprensible. La dramática nos viene a representar la situación cotidiana que se dirige hacia un destino. El drama significa acción y en ella puede definirse lo que es la vida. La tragedia sería enfrentarnos a nuestro destino irremediable; o a revelarnos porque ese destino sea irremediable.

Las voces de una ciudad, de un país, nos revelan ese mundo que siempre ha estado ahí a flor de piel y que no puede ser revelado de ninguna otra manera. Los escritores de una ciudad, es el subjetivismo que también conoce y nos transmite el conocimiento por medio de una visión particular. Es la otra versión de la historia con la que no necesariamente hay que estar de acuerdo, pero que es imprescindible para aquellos que quieran comprender un poco más su situación en el mundo.

Otra de las cosas importantes de este encuentro es que nos dio la oportunidad de reconocernos entre generaciones. Darnos cuenta que desde los cuarenta, el interés por la literatura en la región ha sido constante, es un logro. La región no solamente ha sido un emporio económico, sino que en la región también se ha producido personas que comienzan a brillar en otras latitudes, como lo es la capital o Estados Unidos y que no podemos olvidar que su semilla literaria se depositó en este desierto de empuje. Esto nos lleva a reconocer que es materia pendiente una historia de la literatura regional, de la cual existen apuntes desperdigados que de alguna forma u otra habría que concretar. Un encuentro entre voces viejas y voces nuevas con los puntos intermedios que ustedes quieran, hace sonar el agua de un río que nunca lleva agua, (y cuando la lleva se desborda) y si suena vive, busca, ama, odia, se rebela y se apacigua.

Como en todo habrá críticas, y como en todo hubo ausentes. Los ausentes se echaron de menos y las críticas son pan de todos los días en una labor como esta que nunca está conforme y por ello busca constantemente.

Una manera de suplir las ausencias es buscarlas en la ciudad, en sus libros. Lo importante para un escritor es que alguien lea sus libros. La literatura regional está en los libros, no en los eventos, hay que ir en su búsqueda.

No queda más que agradecer esta oportunidad, deseando que se vuelva a repetir.

Muchas gracias.

Jolhe

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