Médicos de los centros de salud de Gómez Palacio recibieron un curso de capacitación sobre la identificación de la violencia, como problema de salud.
Al igual que la sociedad en general, los médicos que prestan sus servicios de manera pública o privada, requieren de una mayor formación para identificar a quienes sufren de violencia y por esta razón han desencadenado adicciones o enfermedades físicas y emocionales.
Sandra Flores Castelo, socióloga de Centros de Integración Juvenil impartió un curso de capacitación al personal médico de los centros de salud de esta ciudad, a quienes se les insistió en la importancia de conocer las manifestaciones del fenómeno de la violencia para una adecuada atención y canalización de las víctimas.
Y es que según refirió, se considera que un alto porcentaje de las mujeres, niños y adolescentes que acuden a CIJ a solicitar atención por el consumo de drogas, están inmersos en un clima de violencia o abuso y esto es lo que ha dado lugar a que traten de sobrellevar el estado de indefensión en que se encuentran refugiándose en los estupefacientes.
“En ocasiones, los mismos médicos ayudan a que estas personas continúen con el consumo de fármacos, pues no relacionan sus malestares físicos con la carga emocional que traen consigo y se les atienden los síntomas, pero no el origen del problema”.
Señaló que por desgracia, aún falta mucha conciencia entre la sociedad mexicana para diferenciar una conducta violenta de otra que no lo es pues “tendemos a normalizar o aceptar situaciones que la llevan implícita, como algo de la vida diaria”.
En ese sentido, se abordó ante los médicos el concepto del “micromachismo” o pequeños abusos que son hasta inconscientes por quienes los ejerce pero que sin embargo, ya traen consigo una inequidad en las relaciones o abuso de poder por una de las partes.
En la medida en que los médicos adquieran herramientas para detectar a una persona que padece violencia, se le otorgará una mejor atención y su canalización a las instituciones que están dedicadas a dar tratamiento a otros niveles.
Tres personas al día piden ayuda
El Módulo de Atención a Víctimas de Violencia que opera en el centro de salud Isauro Venzor, atiende un promedio de dos a tres personas por día, quienes regularmente solicitan el apoyo por agresiones de tipo emocional, más que físicas.
El director de la institución, José Antonio Adame de León señaló que sin embargo, se estima que el problema es mucho mayor, sólo que aún falta que la población esté informada de la existencia de instituciones de este tipo que les pueden brindar el apoyo que requieren, sin costo alguno.
Refirió que la violencia emocional desencadena trastornos de tipo psicológico, como estados de ansiedad y estrés, los cuales se manifiestan con malestares físicos y en los casos más extremos, con intentos o consumación de actos suicidas.
