Las playmates argentinas Lucía Cabello, Verónica Manso y Leticia Dojas. (El Universal)
Como una sátira del programa Los Ángeles de Charly, las playmates argentinas Lucía Cabello, Verónica Manso y su paisana, la actriz Leticia Dojas, dan vida a tres heroínas que vestidas de negro latex castigan a los hombres alcohólicos que tratan mal a sus parejas y a los que se niegan a tener intimidad con sus esposas. “Somos como los ángeles de Charly, pero al desnudo. Nosotras no salimos desnudas porque el concepto del programa es la seducción, pero así es interesante, sobre todo cuando se trata de un canal que muchos piensan que es pornográfico y no es así, simplemente se trabaja con lo erótico”, platicó la actriz Leticia Dojas.
Foxy, una mujer sensual; Lulú, una deportista, y Mía, una inocente chica, reciben indicaciones de La Bossa para conocer al malvado que someterán, utilizando las técnicas de la infiltración, artes marciales y seducción.
“Mi personaje es muy querible y lo interesante del formato es que estas heroínas buscan el bien, por eso me atrajo. Me gustó la estética de los años 80”, platicó Verónica.
Esta playmate y su personaje de Foxy tienen algo qué ver, pero sólo en televisión, porque la seducción es un medio que utiliza de manera cotidiana.
“Es parte de mí, pero no la utilizo para beneficiarme”, dijo.
Los temas que se tocan, se hacen de manera superficial, porque el motivo es mostrar la seducción mientras el castigo es a través de la sensualidad y el sometimiento, para que la imaginación vuele. Black Latex se transmite por Playboy TV los jueves a las 23:00 horas, y su primera temporada incluye 13 emisiones y, según las protagonistas, se espera grabar una segunda temporada. Ellas se sienten seguras en Black Latex; saben que las cuidan y conocen los límites en ese canal, que no incluye pornografía.
“No hay contenido. Lo que les hacemos a los hombres es un lavado de cerebro para regresarlos con sus mujeres. De hecho, las mujeres que sufren falta de sexo en sus casas son las que hacen el llamado”, platicó Lucía Cabello. Además de la seducción, las tres heroínas recibieron un entrenamiento en artes marciales y ejercicios.
