Los policías federales y los soldados son los que menos respetan la zona restringida.
Descuido
El titular de Servicios Periciales informó que personas ajenas accidental o intencionalmente entorpecieron la investigación en muchos de los asesinatos.
Durango. El Departamento de Servicios Periciales de la Procuraduría General de Justicia se vio impedido en muchas ocasiones de realizar su trabajo óptimamente, ya que muchas personas que no deberían estar en la escena del crimen ensuciaron las evidencias, entre éstas se pueden señalar policías, familiares de las víctimas, reporteros y “chismosos”.
El director de Servicios Periciales, Héctor Raúl Obregón Maa, informó que se han suscitado muchos casos en los que perdieron evidencias por la falta de respeto de la zona restringida que es propia para la investigación del Agente del Ministerio Público y del personal de Periciales.
Pleitos constantes. El Siglo de Durango informó sobre decenas de ejecuciones que se registraron durante este 2008 y en la mayoría su personal fue testigo de cómo los mismos agentes policiacos no respetaban la escena del crimen ni las evidencias que de alguna manera podrían ser un punto clave en la investigación de los homicidios.
Quizá la falta de preparación o la poca importancia que algunos policías dieron a la investigación provocaron la molestia tanto de los peritos como de los ministerios públicos, pues no respetaron su zona de trabajo.
Esta situación fue la “comidilla” de los periodistas, pues fueron constantes los pleitos entre los encargados de recabar huellas y los agentes policiacos que por su torpeza caminaban prácticamente por encima del muertito o por las armas utilizadas.
Federales y soldados, los más necios. La mayoría de los altercados que presenciaron los reporteros de este medio de comunicación fue entre los agentes de la Procuraduría contra los policías federales o del Ejército, pues de manera prepotente estos últimos pisaban las evidencias sin que antes se hubiera levantado el peritaje correspondiente.
Fue notable la falta de capacidad de entendimiento de estos efectivos de las Fuerzas Armadas y de la Defensa Nacional, pues ellos por creerse superiores pensaban que podían tener el control de la investigación, cuando en estos casos sólo eran coadyuvantes del personal de la Procuraduría, inclusive, en varias ocasiones el mismo general de la Décima Zona Militar, Moisés Melo García, atravesó la línea de resguardo por la que nadie puede pasar sin autorización.
Los únicos con autoridad. Obregón Maa informó que cuando se registra un homicidio nadie puede entrar a la escena del crimen más que el personal de Servicios Periciales y el Agente del Ministerio Público y en algunos casos cuando todavía hay personas con vida pueden acercarse algunos paramédicos, pues lo importante es salvar la vida antes de cualquier investigación.
Añadió que sí se han dado casos en que los mismos policías no respetan dicha zona, algunas veces por la misma premura del caso de que tienen que perseguir a los delincuentes o en otros por su falta de conocimiento o incapacidad de entendimiento
Explicó que en el momento en que reportan un homicidio por lo regular los primeros que llegan son los agentes de Seguridad Pública Municipal o de la Policía Estatal Preventiva y que ellos tienen la obligación y responsabilidad de colocar un cordón de restricción o de cualquier forma evitar que se acerque al cadáver todo tipo de persona, incluyendo familiares y demás policías.
Posteriormente, al arribar los peritos son los encargados de recabar todas las evidencias que pudieran servirle al Agente del Ministerio Público para la investigación y a su vez éste ya estaría en posición de ordenar a los elementos de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) las diligencias que sean necesarias.
Los demás agentes de seguridad o procuración de justicia sólo son coadyuvantes en la indagatoria y no podrán ni siquiera acercarse a la escena del crimen sin la autorización de los ya mencionados.
Nota vinculada
Todo un mundo de trabajo para esclarecer un delito
Durango. Estudios de balística, de huellas digitales, de radisonato de sodio y retratos hablados, entre otras prácticas que realizan los agentes de la Dirección de Servicios Periciales, son fundamentales para lograr un resultado positivo en el esclarecimiento de un delito; en promedio, el personal de dicha área practica diariamente más de 60 servicios, siendo más recurrentes los relacionados con delitos en contra de la integridad física, informó la Procuraduría General de Justicia del Estado.
El titular de Servicios Periciales informó que los estudios más solicitados son los de Dactiloscopia, Química y Toxicología, pues por año se practican más de 20 mil dictámenes.
Obregón Maa agregó que también existen otros estudios que aportan datos importantes para el esclarecimiento de un delito como son los relacionados con retratos hablados, sobre todo en asuntos de investigación de delitos especialmente en robo. Así mismo los de Grafoscopía y Documentos, Balística Forense, Topografía y Evaluación, Tránsito Terrestre, Enlaces Foráneos, Identificación Vehicular, Archivo y Fotografía Forense, Servicio Médico Forense y Psicología.
Las huellas digitales son elementales
Durango. En el esclarecimiento de asesinatos, por ejemplo, el estudio de las huellas digitales ha sido fundamental, pues los rastros dactilares que deja el presunto homicida son comparados con un banco de huellas tomadas a personas con antecedentes penales y tras el cotejo al ser positivo el análisis se puede, además de identificar al delincuente, lograr su captura de una manera más fácil.
En la actualidad, para las pruebas digitales se implementa el AFIS (Automated Fingerprint Identification System), sistema informático compuesto de hardware y software integrados que permite la captura, consulta y comparación automática de huellas dactilares agrupadas por fichas decadactilares, monodactilares o en forma de rastro o latente, basados en las ciencias biométricas.
Finalmente, comentó que la Biometría se dedica a la identificación de individuos a partir de una característica anatómica o un rasgo de su comportamiento. Una característica anatómica tiene la cualidad de ser relativamente estable en el tiempo, tal como una huella dactilar, la silueta de la mano, patrones de la retina o el iris.
