Un feligrés llegó a la Parroquia de Guadalupe a rezar, al entrar vio el cepo abierto, la tentación fue mucha y creyendo que nadie lo veía, se apoderó de las limosnas e intentó huir, pero no había caminado una cuadra cuando lo detuvieron los patrulleros de la Secretaría de Protección y Vialidad.
La corporación policial informa que a las 9:30 horas de ayer detuvieron sobre la avenida Hidalgo a Luis Enrique Rubio de la Paz, de 43 años, con domicilio en avenida Álvaro Obregón número 1102 de la colonia Torreón y Anexas, de Torreón.
Un sacerdote de la Parroquia, ubicada en la esquina de avenida Hidalgo y calle Independencia, reportó el hecho al 066 y de inmediato hicieron acto de presencia los uniformados que lograron atrapar al inculpado antes de que éste escapara.
Rubio de la Paz dijo ser electricista y trabajar por su cuenta en instalaciones o reparaciones eléctricas a domicilio, “pero la situación se ha puesto difícil desde hace tiempo”, comentó.
Declaró que ayer por la mañana se dirigió a esta ciudad con sus herramientas de trabajo y al pasar por la Parroquia decidió entrar.
“Al sentarme en una de las bancas, vi que el lugar donde se dejan las limosnas estaba abierto y la verdad se me hizo fácil, agarré el dinero, como 140 pesos, y salí, pero yo pensé que nadie me había visto y de pronto me detuvieron los patrulleros cuando caminaba”, dijo el inculpado con la voz quebrada por el llanto que amenazaba con aflorar.
Luis Enrique fue internado en los separos de la Subprocuraduría de Justicia de la Región Laguna de Durango y puesto ayer mismo a disposición del Ministerio Público de Delitos Patrimoniales, por el delito de robo.