Con la firma por el presidente Fatmir Sejdi de un paquete de leyes subordinados a la Carta Magna, comenzó la aplicación de la Constitución de Kosovo. (AP)
La nueva Constitución de Kosovo entró ayer en vigor, dando a la ex provincia serbia poderes de Estado, pero dejando a la comunidad internacional la supervisión de las políticas de Justicia, el control de la Policía y las fronteras.
Con la firma ayer a las 12:00 (10:00 GMT) por el presidente Fatmir Sejdi de un paquete de leyes subordinados a la Carta Magna, comenzó la aplicación del documento, que fue aprobado por unanimidad en el Parlamento de Pristina el pasado día 9.
El texto define a la República de Kosovo como un “Estado independiente, soberano, democrático, único e indivisible” y destaca su condición de sociedad “multi-étnica”. La nueva Carta Magna invita a la Unión Europea a asumir el papel de supervisión de la construcción del Estado de Derecho en Kosovo, en sustitución de la misión de la ONU, la UNMIK, que desde 1999 administra la región.
Kosovo declaró unilateralmente su independencia de Serbia el pasado día 17 de febrero, y ha sido reconocida por 43 países entre ellos Estados Unidos y las principales potencias europeas.
‘Constitución sin valor legal’
El presidente serbio, Boris Tadic, declaró ayer que la entrada en vigor de la Constitución de Kosovo no tiene para Serbia ningún valor legal y que es “un acontecimiento político con consecuencias dañinas”.
“Serbia ve Kosovo como su provincia meridional. Serbia seguirá defendiendo su integridad y la soberanía también en Kosovo, con medios pacíficos y la diplomacia, no con violencia”, dijo Tadic en declaraciones a los medios serbios.
El mandatario indicó que Serbia está preparada para “retornar a la mesa negociadora” para tratar del estatuto de Kosovo, y que “esa será nuestra estrategia y la respuesta a la proclamación de la Constitución de un Estado ilegal llamado Kosovo”.
Tadic apeló a todas las fuerzas internacionales presentes en Kosovo a que preserven la paz y las propiedades de la población y “en especial, la protección para el pueblo serbio y los santuarios serbios”.
La minoría serbia de Kosovo ha sido en numerosas ocasiones objeto del acoso de los albaneses de la región.
