Una patrulla de la Policía Municipal de Torreón resguarda la finca que fue el escenario del enfrentamiento entre soldados y sujetos armados; al fondo se observa a un trabajador de Telmex reparando la línea telefónica.
Los vecinos de la colonia Jardines de California y la población de la escuela Lucio Blanco tratan de recuperar la tranquilidad luego del enfrentamiento entre elementos federales y varios sujetos armados.
Los cordones amarillos que delimitan las calles contiguas a la finca acribillada de la avenida Cipreses amanecen al día siguiente del enfrentamiento entre policías y sujetos armados. Agentes de Seguridad Pública y Tránsito resguardan el lugar y desvían el tráfico. Las clases se reanudan en la primaria Lucio Blanco y los niños azorados miran entre las rejas la casa repleta de impactos de bala.
Las casas ubicadas frente a la finca marcada con el 280 están cerradas. Los moradores, si están dentro, no contestan al llamado a la puerta. La miscelánea de la esquina, Fátima, está cerrada y más de dos niños se regresaron con el envase de refresco vacío en la mano.
Dos cuadrillas de trabajadores de Teléfonos de México restablecen las líneas que también fueron dañadas durante el tiroteo que se registró de las 3:30 horas a las 6:30 horas del martes, en la colonia Jardines de California, donde dos sujetos fallecieron, dos resultaron heridos y tres más fueron detenidos por agentes federales.
“Aparte de que no había luz, estábamos incomunicados, sin teléfono. Cómo le hablábamos a la familia para decirle que estábamos bien, no se podía. Esto era un caos, nunca había pasado esto en Torreón”, dice un adulto mayor, pensionado, que está en la esquina de la calle Celso Castro, frente a la finca baleada.
A la hora del recreo en la primaria, niños y niñas con su pantalonera roja y franja blanca se acercan a la reja metálica que conforma la barda perimetral. “Mira, esta es la casa que salió en la tele... mi papá la vio en el periódico”, son los comentarios de dos niñas que tuvieron que regresar al patio ante el llamado del conserje para que se alejen del lugar.
“¿Ahora por dónde pasa el camión?”, cuestiona una mujer que lleva prisa. “A la otra cuadra va el Triángulo y el Jardines”, responde el pensionado. El adulto mayor amplía el reporte de los daños: “Además de las camionetas baleadas (frente a la finca 280), también las balas alcanzaron dos carros en esta calle (Celso Castro), al carro de mi hijo le entró una bala, pero lo prendimos y el motor no falló”.
En un auto Matiz rojo, tres adultos se aproximan por la calle Celso Castro hasta que se detienen frente a una patrulla atravesada. “Mira cómo quedó la casa”, “la verdad estuvo gacho”, “ándale, mejor ya vámonos”, comentan entre sí los tripulantes del auto que después se retiraron de reversa.
“No pasó el camión, mejor le camino al bulevar”, dice a paso apresurado la misma mujer que momentos antes preguntó sobre la nueva parada del Ruta Sur Jardines.
Toda la mañana permanece cerrada la avenida Cipreses y hasta las 16:00 horas, por instrucción del Ministerio Público de la Federación, los agentes de Tránsito liberan la vía y sólo una patrulla se queda al resguardo en la puerta principal de la finca que fue blanco de 400 tiros por parte de agentes federales que repelieron una agresión contra sujetos armados.
“La gente pensó primero que eran cohetes, unos se asomaron y luego se regresaron rápido a las casas. Aquí nomás hay pleitos entre los muchachos, se agarran a pedradas y uno que otro balazo, pero no así como anoche”, señala el pensionado.
A la Subsecretaría de Educación y Cultura de la Región Lagunera de Coahuila le preocupa el despliegue policiaco que hay cerca de esas escuelas porque causa incertidumbre y es un “distractor” para la comunidad escolar. “Nosotros queremos que todo vuelva a la normalidad, por eso hago un exhorto a los padres de familia a mantener la calma porque ya lo que pasó en ese sector ya fue”, dice Jesús Rentería Medina, titular de la dependencia.
“El martes se tuvieron que suspender las clases en esa primaria y en la Secundaria General Número Dos porque había una crisis tremenda, pero ayer (miércoles) volvió todo a la normalidad; el ausentismo fue mínimo y los padres de familia y los maestros nos han hecho saber que están preocupados por la seguridad de los niños”, explica el funcionario estatal.
PIDE IP REAJUSTAR ESTRATEGIA DE SEGURIDAD
El Grupo Empresarial de la Laguna (GEL) pidió a las autoridades una reformulación en la estrategia en materia de seguridad, pues consideran que los resultados no han sido los esperados.
“Necesariamente hay que tomar medidas más efectivas porque no ha habido los resultados que buscamos los ciudadanos”, dijo Carlos Bustos Rodríguez, director del GEL.
Las cámaras que integran el organismo empresarial consideran que se debe replantear la estrategia y calificaron la situación por la cual atraviesa la región como grave.
“Es una situación a la que no estamos habituados como ciudadanos, que de cierta manera no deja de preocuparnos, pedimos a las autoridades que pongan todos sus esfuerzos en la protección del ciudadano, que es básicamente su responsabilidad”, comentó Bustos Rodríguez.
Por su parte, Víctor Tumoine Villarreal, presidente del Consejo Lagunero de la Iniciativa Privada (CLIP) dijo que “estamos viviendo en una película de terror” al referirse a los hechos violentos que se han experimentado en La Laguna en las últimas semanas.
El empresario aplaudió que el Ejército Mexicano intervenga y señaló que en la región no se han ido inversiones privadas aún por motivos de seguridad, sin embargo, dijo que las situaciones de violencia pueden impactar esta área. “Definitivamente esto puede afectar la atracción de inversiones, es un tema muy delicado, nos impacta como sociedad”, comentó.