Desplazados congoleños observan el paso del primer convoy de ayuda humanitaria de las tropas de la ONU por Rutshuru, a 70 km de Goma, la capital del Congo. (EFE)
Una caravana de 12 vehículos de la Organización de las Naciones Unidas atravesó ayer las líneas rebeldes en el Este del Congo, transportando suministros médicos para clínicas que fueron saqueadas por soldados del Gobierno en retirada.
Fue el primer suministro de ayuda humanitaria que se entrega detrás de las líneas rebeldes desde que estalló la lucha en agosto.
Soldados del cuerpo de paz de la ONU escoltaron a los vehículos al Norte de la capital provincial de Goma, atravesando la población de Kibati, donde decenas de miles de personas trataron de buscar refugio de la lucha, rumbo a Rutshuru, otra población situada a 88 kilómetros al Norte de Goma.
Gloria Fernández, jefa de la oficina de la ONU para la coordinación de Asuntos Humanitarios en el Este del Congo, dijo que tanto el Ejército congoleño como el líder rebelde Laurent Nkunda aseguraron un pasaje seguro de la caravana.
Fernández dijo que los principales productos enviados en la caravana eran suministros médicos y tabletas para purificar el agua. Añadió que otra caravana sería despachada hoy a fin de llevar algo de comida a unos 250 mil refugiados que debieron huir de sus viviendas ante el avance de los rebeldes.
La funcionaria señaló que clínicas al Norte de Goma habían sido “saqueadas y completamente destruidas” por los soldados en retirada. El hospital Rutshuru es el único centro médico en funcionamiento en una región donde viven cientos de miles de personas.
Pero para la mayoría de las personas, el elemento más necesario en este momento es comida.
“Todos estamos hambrientos, todos”, dijo Jean Bizy, de 25 años, un maestro, quien observó con envidia cómo la caravana de la ONU se detenía para entregar una bolsa de papas a soldados del cuerpo de paz en Rugari. Bizy dijo que durante los últimos días, su dieta se limitó a las bananas silvestres.