Inicia Discovery viaje de regreso El transbordador Discovery soltó ayer amarras de la Estación Espacial Internacional (EEI) cuando sobrevolaba la Tierra al Este de Australia, después de una misión que llevó al complejo orbital el enorme laboratorio japonés Kibo. El transbordador inició su retorno hacia el Centro Espacial Kennedy, donde el aterrizaje está programado para el sábado. (AP) El telescopio de rayos gamma de largo alcance de la NASA Glast fue lanzado ayer al espacio desde Cabo Cañaveral en Florida, EU. (AP)
La NASA lanzó ayer un telescopio para explorar rayos gamma de hiperenergía que merodean en el universo.
Glast, un acrónimo de la NASA de las palabras “Gamma-ray Large Area Space Telescope”, o “Telescopio Espacial de Rayos Gamma” para una vasta zona, comenzó su misión orbital en torno a la Tierra, tras un lanzamiento a mediodía a bordo de un cohete Delta. La misión se prolongará entre cinco y 10 años.
El telescopio, construido a un costo de 690 millones de dólares con financiamiento de seis países, suplantará en sus tareas al Observario de Rayos Gamma Compton, de la NASA, que fue destruido de manera deliberada en 2000. Pero Glast llevará a cabo sus tareas de manera más rápida y amplia.
Glast podrá realizar en tres horas, o en dos órbitas terrestres, una inspección de todo el cielo. El Compton requería 15 meses para concretar igual labor.
“En cierto sentido, Glast nos ofrecerá la posibilidad de espiar detrás de la cortina... la manera en que ciertas cosas funcionan”, dijo Steven Ritz, científico de proyectos de la NASA.
Los rayos gamma, situados en el extremo superior de la hiper energía, hacen “¡paf!” cuando tropiezan con la atmósfera superior de la Tierra. Por lo tanto, los científicos deben usar observatorios espaciales para descubrir los secretos de la radiación de rayos gamma.
Los físicos desean saber más sobre los grandes chorros de partículas y de radiación que emergen de agujeros negros a una velocidad cercana a la de la luz, o acerca de las explosiones de rayos gamma que ocurren cotidianamente en el universo.
Glast permitirá convertir los rayos gamma en pares de electrones y positrones -en otras palabras, materia y antimateria- y determinar de qué parte del cosmos provienen.
Ritz espera que 100 mil partículas cargadas de electricidad atraviesen el telescopio por cada rayo gamma, con alrededor de dos rayos gamma por segundo.