Ernesto D’Alessio muestra varias virtudes al interpretar a La Bestia, en el musical que estelariza junto con Mariana Ochoa. (Jam Media)
Ernesto D’Alessio mostró varias virtudes al interpretar a La Bestia. A lo largo de la temporada, Mauricio Martínez ha sido el titular de este personaje con una interpretación marcada por el humor, es decir, que su Bestia no da miedo sino risa.
En cambio, D’Alessio presentó un personaje erguido y altanero; sin dejar de mostrar ese corazón blandengue que lo salva al final. Su Bestia es intransigente y malhumorada, incluso en sus escenas de violencia con La Bella se nota un verdadero matiz bestial.
Hacia el final del primer acto, cuando él la descubre husmeando en un lugar prohibido del castillo, ruge con tanta seguridad que no sólo hizo brincar a La Bella del escenario, sino a las decenas de niñas del público que vestidas de princesas suelen acudir a las funciones de este musical.
Una de esas princesitas tuvo que ser calmada por su madre: “Es de mentiritas”, le dijo, aunque en realidad debió explicarle que Ernesto D’Alessio logró una buena compenetración con el personaje y le imprimió la verosimilitud que exige el teatro.
¿De dónde abrevó D’Alessio para este personaje? De sí mismo. Eso dijo él al final de la función: “Me identifico mucho con él porque antes de conocer a Cristo yo era una bestia”.
Lo que quiso decir es que se comportaba como una bestia, como un macho mexicano. Este matiz es el mérito de D’Alessio en su actuación que podrá ser vista por el público los sábados a partir de agosto.
En dichas funciones quizá haga falta poner una advertencia en los programas de mano para alertar a todas aquellas princesitas del público: “La Bestia que verán en el escenario es de mentiritas. El actor que la interpreta fue una Bestia en la vida real, pero ha cambiado”.