La primera dama francesa, Carla Bruni, es la mujer del momento. Su fugaz noviazgo con Nicolas Sarkozy y la boda exprés la han elevado como icono de estilo. (Archivo)
Su relación con el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, la ha puesto en boca de todos. Hoy, esta mujer es asediada, envidiada e imitada por su estilo y elegancia.
Al ver a Carla Bruni acaparando las portadas muchos se preguntan: ¿nos encontramos ante la nueva Jackie Kennedy? La primera dama francesa es la chica del momento. Su fugaz noviazgo con Nicolás Sarkozy y la boda exprés la han elevado como icono de estilo.
Las víctimas de la moda ya la conocen pues fue elegida por los diseñadores para protagonizar las campañas más exclusivas durante el boom de las top model, junto a figuras como Linda Evangelista, Claudia Schiffer o Cindy Crawford.
En el nuevo milenio, la dulce intérprete francesa se reinventa de la mano de su flamante esposo, al que muchos apodan “Sarkochic”, por su porte a la hora de lucir estilismos clásicos.
UN POCO DE SU VIDA
Carla Bruni es la mujer más deseada, admirada y copiada del año; imagen de decenas de productos de consumo y siempre perseguida por los paparazzi, pero ¿cuál es el secreto del allure (encanto) que emana?
Pese a las informaciones difundidas por los medios de comunicación, pocos saben que Bruni nació en Turín, Italia, en diciembre de 1967.
Y es que la bella consorte de Sarkozy no es tan joven como muchos creen, aunque su aspecto no lo revele, 40 años pesan ya sobre la juvenil Bruni. La elegancia y buena pinta no le vienen de casualidad. La italiana proviene de una acomodada familia de empresarios italianos.
Asimismo, la vena artística tiene raíces genéticas. Su padre es un afamado compositor y su madre, una excelente pianista. Como es costumbre entre las familias de la alta sociedad, la bella joven recibió una severa educación en un internado en Suiza. En su juventud, la modelo marchó a la Ciudad Luz, donde inició estudios en Arte y Arquitectura en la Universidad de París, pero el destino le deparaba una trayectoria más glamorosa.
LA TOP MÁS ARISTOCRÁTICA
Fue la novia de su hermano Virgilio quien se encargó de abrirle los ojos respecto a su posible éxito en el mundo de la moda, convenciéndola para que presentase un book a la agencia City Models.
Aquí la introdujeron en su sección de aspirantes. Paul Marciano, presidente y director creativo de la firma Guess, fue su verdadero descubridor y el primero en darle una oportunidad al contratarla como imagen de la firma.
Su belleza felina e inocente a la vez, su blanca piel nacarada y ese aspecto de chica desarreglada, pero siempre chic y moderna, le han proporcionado innumerables triunfos en su profesión.
Protagonizó las campañas de Bluemarine, Christian Dior, Givenchy, Max Mara, Versace, Prada, Chanel y Anna Molinari. Además, las agencias Women Model Management (NY), Marilyn (París) y Storm (Londres) la convirtieron en una de las más cotizadas de los noventa.
Asimismo sus supuestos y constantes romances y escándalos la han puesto en las primeras planas de los tabloides. Se le atribuyen relaciones con Eric Clapton, el multimillonario Donald Trump y con actores como Kevin Costner o Vincent Pérez. Pero la más sonada fue la presunta relación que mantuvo con Mick Jagger, que al parecer colmó la paciencia de la entonces esposa del mítico músico, la también modelo Jerry Hall, quien al enterarse del idilio pidió el divorcio al líder de los Rolling Stones.
La top model más aristocrática de la historia, responsable de una nueva hornada de modelos más elegantes (Stella Tennant o Agyness Deyn, entre las que le deben su éxito) es divertida, juvenil, deportista y, como revelan sus canciones, muy romántica. Además, es una madre excelente y según ella misma ha declarado, “la perfecta esposa”.
Un estilo sencillo
La actual primera dama francesa, Carla Bruni, prefiere lucir un look sencillo. Entre sus básicos están los pantalones vaqueros, rectos o de corte pitillo, que combina con pashminas y camisetas de algodón lisas, en blanco, negro o gris. Para cubrirse no duda en usar chaquetas de corte blazer.
Adora las camisetas de pico, los bolsos “oversize”, las zapatillas “Converse” y las balerinas. Son sus accesorios estrella, y es que la envidiada “presidenta” es fanática del estilo bobo (Bohemian bourgeois), aderezado con ese chic francés.
Cuando debe acudir a un coctel o fiesta se decanta casi indefectiblemente por el color negro, que estiliza aún más su ya de por sí privilegiada figura.
En cuanto al cabello, Carla luce de día una melena larga color castaño y prefiere no abusar del maquillaje, aunque se confiesa adicta a las cremas hidratantes, el colorete y el brillo de labios. Tampoco puede pasar sin sus gafas oscuras Ray Ban Aviador, un modelo clásico que contrasta con cazadoras de cuero o vaqueras.
