La broma del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi sobre Barack Obama en una rueda de prensa en Moscú despertó críticas inmediatas de los partidos de centro-izquierda italianos. (EFE)
El líder del progresista Partido Demócrata (PD), Walter Veltroni, acusó ayer al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, de “dañar gravemente la imagen y la dignidad” del país con su comentario sobre el presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, al que elogió por ser “joven, guapo y bronceado”.
La broma de Berlusconi en una rueda de prensa en Moscú junto al presidente ruso, Dimitri Medvedev, despertó críticas inmediatas de los partidos de centro-izquierda italianos, a las que el jefe del Ejecutivo reaccionó con enfado por la falta de “sentido de humor” de la Oposición.
“¿Cómo es posible que se tomen un gran elogio como una cosa negativa? Pues que se vayan a...”, dijo el primer ministro cuando, tras la conferencia de prensa, le preguntaron por las reacciones a su comentario.
No obstante las explicaciones de Berlusconi, Veltroni señaló que su comentario puede suscitar “desavenencias en las relaciones con el país y el pueblo que han dado al mundo un gran signo de esperanza y cambio”.
El líder del PD pidió al jefe de Gobierno que presente cuanto antes sus disculpas a Obama y lamentó que haga “bromas de cabaré” y se comporte con “la falta de respeto que caracteriza a menudo sus apariciones públicas”.
Veltroni ha manifestado en múltiples ocasiones su admiración por el Partido Demócrata estadounidense, cuyo nombre tomó para refundar el centro izquierda italiano, y por Barack Obama, de quien copió el célebre lema “Yes, we can”, traducido como “Se puede hacer”.
Tanto los políticos como los medios italianos evocaron un comentario similar del ministro para la Simplificación Legislativa, Roberto Calderoli, del partido federalista con tintes xenófobos Liga Norte (LN), quien en febrero de 2006 se dirigió a la periodista de origen palestino Rula Jebraal, como “esa señora bronceada” para dirigirse a ella en una tertulia televisiva.
Jebraal dijo que Berlusconi, que entonces cumplía su segundo mandato al frente del Ejecutivo italiano, fue el primero en pedirle disculpas, y se mostró “preocupada y sorprendida” por sus palabras de hoy, “que llegan en un momento de gran intolerancia contra los inmigrantes”.
