Cielo e infierno son tan reales como la creación. En eso coinciden la Iglesia Bautista y la Apostólica. Es el averno en donde las almas sufren aunque no se puede hablar de él en cuanto a su ubicación.
“ El infierno es un estado, lugar y condición de una realidad alejada y alienada de Dios, en la que falta la gracia, la bondad, la belleza y la vida que Dios planeó para las personas. El infierno que describe la Biblia es lejanía y abandono por parte de Dios sin una posible cercanía, es una ida sin retorno”, explica José Cruz Oviedo Mireles, pastor de la Primera Iglesia Bautista.
El Licenciado en Teología explica que cuando una persona muere, el cuerpo vuelve a sus elementos químicos originales que gradualmente se incorporan en la materia. Pero el alma sigue consciente y activa. “Las almas de los creyentes son introducidas inmediatamente en la presencia de Cristo y de la sociedad de todos los santos. Pero el alma de los condenados es introducida, también inmediatamente, al lugar preparado para el diablo y sus ángeles, y todas las personas que rechazaron la gracia ofrecida por Dios”, pormenoriza.
CREENCIAS
Oviedo Mireles manifiesta que varias son las palabras en la Biblia que describen el infierno, el Hades, lugar en el cual están los muertos temporalmente. Katoteros, que indica la profundidad del mundo humano amenazado por la muerte o la sima del reino de los muertos. Del judaísmo provienen los términos Abyssos, que designa un lugar especial de terror, donde permanecen los demonios; y Geena, que es el infierno definitivo con fuego, adonde serán condenados para siempre los impíos en el juicio final.
Por su parte, Daniel Rojas Hernández, pastor de la Primera Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús en la ciudad capital, dice: “Creemos en el infierno porque la misma Biblia habla de éste. El infierno es un lugar de tormento, donde las almas espiritualmente están sufriendo. Desde los griegos, los babilonios y los egipcios creían en él”.
“No hay un lugar fijo para el infierno como algunas personas dicen que está en el centro de la tierra, sabemos que existe pero su ubicación la Biblia no habla de ese tipo de detalles aunque en la parábola de Lázaro el rico se nos da a entender que está cercano al Seno del Señor”, agrega el líder religioso.
