Julio César demuestra con su mirada que está aferrado a la vida.
Julio César tiene 23 años, padece parálisis cerebral e hidrocefalia y requiere del apoyo de los duranguenses.
Durango. La noticia del terremoto en China tiene a todos bastante preocupados. Una señora en un autobús preguntó a otra cómo podía ayudar a los pobres orientales. “¿Y por qué ayudar a gente de otros países cuando existen más necesitados de este lado del mundo, incluso en esta misma ciudad?”, le contestó su amiga.
Por una buena causa.
En una casa blanca con el número 714 sobre la calle Elpidio G. Velázquez, entre Francisco Villa y Flores Magón, de la colonia J. Guadalupe Rodríguez, habita un joven de mirada apacible y cuerpo frágil. Se trata de Julio César López Álvarez, un muchacho de sólo 23 años cuya existencia gira en torno a la supervivencia diaria.
Recostado sobre una cama de agua que acaba de recibir como regalo, en posición fetal, sin camisa por el calor de los últimos días, pero una frazada por aquello de los cambios bruscos de temperatura, Julio recibió a este medio de comunicación medio dormido, batallando por mantenerse despierto pero atento en todo momento.
Tras él, en la pared está dibujado el sello del América, el equipo favorito de uno de sus hermanos, mismo que parece incomodarle ya que su pasión se eleva simplemente al escuchar la palabra Chivas, el rival eterno y la escuadra a la que sueña ver jugar en vivo algún día.
Su caso.
Hilda Álvarez Ortiz es su madre y padre. Ella sola crió a Julio César, quien fue diagnosticado con parálisis cerebral e hidrocefalia desde que llegó a la tierra. Él no es el único. Aunque en condiciones afortunadamente excelentes de salud, Hilda también ve por sus demás hijos: Jorge Manuel, de 24 años; Fernando, de 19, y la más joven, Érika, de 14. Juntos cuidan a Julio César pues, además de los males antes citados, una “negligencia médica”, como la llamó su madre, por parte del doctor Bacio, del Hospital General, empeoró su situación. Uno de sus pulmones fue “ponchado” y ahora está invadido por una infección, eso sin contar las válvulas que le atraviesan el cuerpo por dentro para drenar el líquido que se acumula en su cabeza.
El doctor Medina es quien lo trató durante un mes y medio. Bacio simplemente le dijo que a su hijo le había “ponchado” el pulmón pero que ya estaba listo para irse a casa.
La comida es otro gran “pero”. Seguro que Julio César no llega a los 40 kilos ya que no puede pasar el alimento como normalmente se puede hacer. En el Hospital General mejoró su estado por que era nutrido por sonda, pero ahora el reflujo no deja que se alimente adecuadamente. Hace más de un mes que no digiere muy bien.
Cómo ayudar.
Entonces llegó una reportera y le ofreció un espacio en un noticiero de televisión. Después llegó El Siglo de Durango e hizo eco a esta causa tan importante. Este momento es de los pocos en que los medios pueden unirse para sacar adelante a un ciudadano, en este caso de nombre Julio César, quien con una simple mirada demuestra lo aferrado que está a la vida.
Lo que más necesita ahora son pañales desechables. Amén de jugos y alimentos que su madre por el momento no puede comprar ya que dejó su trabajo para estar con él en todo momento.
Lo bueno de todo es que Norma Arrieta, quien trabaja en el DIF, les ha estado echando la mano desde que conoce su caso.
Todas las causas benéficas siempre necesitan ayuda, pero en este momento un muchacho que vive en tu ciudad necesita de ti. Es hora de actuar.
Cualquier ayuda es bienvenida en el domicilio de Julio César, ubicado, como ya se mencionó, en la calle Elpidio G. Velázquez, en el número 714 de la colonia J. Guadalupe Rodríguez. El teléfono celular de su madre es el 618 132 03 03.
Emmanuel Félix Lesprón
emmanuel_durango@hotmail.com
Microformatos
Esperanza de vida
Hidrocefalia
-El término se deriva de las palabras griegas “hidro”, que significa agua, y “céfalo”, que significa cabeza.
-Como indica su nombre, es una condición en la que la principal característica es la acumulación excesiva de líquido en el cerebro.
- Sin tratamiento, la hidrocefalia tiene una tasa de mortalidad del 50 al 60 por ciento y los que logran sobrevivir tienen grados variables de discapacidades intelectuales, físicas y neurológicas.
Parálisis Cerebral
-Es un trastorno permanente que afecta a la psicomotricidad del ser humano.
-La parálisis cerebral no es una enfermedad, no es contagiosa y no es progresiva.
-Es causada por una lesión a una o más áreas específicas del cerebro y no a los músculos.
-Esta lesión puede producirse antes, durante o después del nacimiento.
Pulmón herido
-Cuando un pulmón es perforado es posible que sea necesario drenar la cavidad torácica, pero casi nunca se necesita cirugía.
-Los vendajes y fajas son totalmente inútiles.
-Si la infección se expande el resultado puede ser desagradable y muy doloroso.
Urgencia
Necesidad primordial
Según la mamá de Julio César, lo que más necesita es una sonda para alimentar a su hijo, pues éste no puede deglutir de la forma tradicional.