Cuando nos referimos a aquellas escuelas con experiencias educativas exitosas, no siempre nos queda claro los parámetros que debemos considerar para darles tal calificativo, sobre todo cuando nos percatamos que hay instituciones que pertenecen al programa educativo sectorial denominado PEC (Programa Escuelas de Calidad) que sólo tienen la denominación, pero siguen desarrollando prácticas escolares tradicionales, burocráticas, lineales, autoritarias, sin proyecto ni liderazgo.
Para responder al cuestionamiento con el que inicia el presente editorial y relativo a ¿cómo hacerle? y para inducir nuestras instituciones hacia la calidad, la respuesta radica en el Desarrollo Organizacional (D.O.); importante postura teórico-metodológica que requiere ser formada en todos y cada uno de nuestros directivos y responsables de la gestión escolar.
El desarrollo organizacional como paradigma administrativo, contempla tópicos fundamentales para lograr verdaderos procesos educativos de calidad y no sólo cumplir con cuestiones técnicas y burocráticas que se quedan en aspectos adjetivos y declarativos, pero que no inciden en la formación del estudiante, que finalmente es la meta que persigue toda organización educativa pública o privada; los tópicos mencionados son:
Misión, visión y filosofía institucional.- para poder conducir procesos de calidad, es necesario revisar (o declarar en caso de no tenerla) permanente y colegiadamente la misión de la organización, que no es otra cosa que el “quehacer” de la institución; la visión, que se corresponde con la forma en que “vemos” a nuestra institución en los próximos cinco, diez o más años y la filosofía institucional que declara los principios con los que han de dirigirse todas y cada una de las funciones escolares. Estos tres aspectos conforman la declaración de los principios de calidad con los que se inicia el PETE (Plan Estratégico de Transformación Escolar) que debe presentar toda escuela que desee ingresar al mencionado programa sectorial.
El cambio organizacional.- más que un tópico, el hecho de cambiar significa abrir oportunidades, buscando siempre mejorar todos los procesos educativos; es actuar de manera distinta para provocar resultados diferentes, ya que no se puede mejorar si se continúa actuando como siempre. En la administración del cambio, es importante para el directivo considerar que existen fuerzas impulsoras y restrictivas para lograr la mejora, por lo que necesita trabajarlas en la búsqueda del logro de las metas institucionales.
La formación de equipos de trabajo.- este aspecto toral en las organizaciones, parte de la premisa que asegura que no es lo mismo un grupo de personas que un equipo de trabajo, ya que se basa en objetivos comunes, interdependencia en la realización de las actividades, participación total en los procesos y la solución de problemas. Existen algunas recomendaciones para formar equipos de alto rendimiento en las escuelas: centrarse en problemas reales, (nunca personales) de la organización, desarrollar aptitudes de participación; las metas deben centrarse en resultados, integralidad en contenidos –procesos– productos, buscar apoyos externos especializados, compartir objetivos involucrando subjetividades, implicarse todos en la gestión, etc.
Desarrollo estructural y funcional de la organización.- es por demás estratégico definir áreas y niveles que potencien el trabajo institucional, así como las interacciones, sus componentes, los roles y puestos y su forma de evaluación; la estructura es mucho más que un organigrama, ya que se corresponde con la administración del recurso humano y contribuye a la articulación de todos los elementos de la organización. Lo que se busca finalmente es transitar hacia escuelas más horizontalizadas, capacitadas y delegadoras del trabajo y la autoridad a niveles operativos, grupos de trabajo que realicen autogestión, etc.
Modelos de participación y reconocimiento.- lograr que todos y cada uno de los elementos del colectivo escolar colaboren, requiere de definir los modelos de participación con los que habrán de involucrarse en el logro de los objetivos, pero además es necesario establecer cómo se van a reconocer las colaboraciones de todos y cada uno de los compañeros en la institución; dichos reconocimientos van en tres dimensiones, al menos: lo que el trabajador “es”, que se refiere a la función personal que desempeña (aspecto muy importante porque apunta a lo ontológico). Lo que el profesor “representa” para los otros, reconociendo las áreas y los puestos que el trabajador desarrolla y por último lo que el profesor “tiene”, referido a todos aquellos reconocimientos materiales, económicos y en especie; procurando dar siempre el orden anteriormente descrito.
Ingreso, promoción y permanencia del personal.- si bien es cierto, en las instituciones públicas, los directivos tienen poca injerencia en el personal que se contrata (lo que no sucede en las privadas), es su responsabilidad la integración del personal; es decir, poner a los mejores perfiles en los puestos en donde mejor se desarrollen. La promoción y la permanencia también requieren ser definidos con antelación.
Liderazgo organizacional.- la forma de influir en los otros para el logro de los objetivos, se refiere al tipo de liderazgo participativo y colaborativo necesario para llegar a las metas institucionales. Esto con la firme intención de propiciar la tan necesaria motivación organizacional.
Conflicto organizacional.- este elemento existe de manera cotidiana y se puede soslayar y mantener velado, o enfrentar con todos los elementos que nos da tanto la posición directiva, como la formación lograda en el desarrollo de la organización. Para ello es muy importante la toma de decisiones.
Solución de problemas.- este aspecto es finalmente una competencia directiva y docente, no podemos lograrla si no nos atrevemos a hacerlo, por lo que dicha competencia se logra en “gerundio”, es decir solucionando.
Finalmente, valdría la pena imaginar lo que pudiera lograrse si además de desarrollar los aspectos básicos mencionados, incorporásemos los nuevos paradigmas del desarrollo organizacional, que han permitido a organizaciones y empresas adaptarse al cambiante y vertiginoso mundo del nuevo milenio, tales enfoques son: Enpowerment, Just in Time, Seis Sigma, Kai Zen, Calidad Total, Planeación Prospectiva, Coaching y Management, sólo por mencionar algunos.
Me permito invitar a todos nuestros directivos y responsables de escuela a capacitarse y actualizarse en todos estos aspectos fundamentales para transitar hacia las escuelas de calidad.
Agradezco sus comentarios a:
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