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¿Especuladores?

Jaque mate

Sergio Sarmiento

“Ya nos saquearon.

No nos volverán a saquear”.

José López Portillo

Siempre es más fácil echarle la culpa a los especuladores. La clase política de nuestro país ha tomado unas declaraciones –reales o malinterpretadas— del secretario de hacienda, Agustín Carstens, para pedir castigo a los especuladores que supuestamente saquearon las reservas de divisas del país.

Un grupo de diputados de distintos partidos señaló este miércoles, 15 de octubre, que pedirá al gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, que anuncie los nombres de los especuladores que “provocaron la caída del peso”. Javier González Garza, coordinador de los diputados del PRD, dijo que hay un delito que perseguir, el cual está tipificado en los artículos 370 y 382 de la Ley del Mercado de Valores. El coordinador de los senadores del PRI, Manlio Fabio Beltrones, dijo que no basta con investigar operaciones irregulares sino que hay que castigar a los funcionarios que permitieron la especulación. El también priista, César Duarte, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, afirmó que los especuladores deben ser castigados para enviar el mensaje de que no hay impunidad.

Pero ¿hubo realmente especulaciones ilegales? Hasta este momento no se ha dado a conocer ninguna operación que haya violado la legislación vigente. Comprar y vender dólares en los mercados, ya sea directamente o a través de derivados, es perfectamente lícito. Los artículos 370 y 382 de la Ley del Mercado de Valores sancionan la manipulación del mercado que “interfiera o influya en la libre interacción de la oferta y la demanda… con la finalidad de obtener un beneficio propio o de terceros”. Pero ninguna operación que se haya dado a conocer revela una manipulación del mercado. Lo que hubo fue compras y ventas de derivados de divisas que podrán haber sido riesgosas, pero que no manipulaban el mercado. Por lo demás, las empresas que realizaron estas operaciones no sólo no ganaron dinero sino que tuvieron pérdidas. Su pecado, paradójicamente, fue apostarle al peso, o cuando menos a la estabilidad del peso, a unos días de una drástica devaluación de nuestra divisa. Sería interesante saber si ahora vamos a castigar a quienes apuesten al peso.

Los políticos quizá saben lo que ocurrió, pero de todas maneras quieren aprovechar la turbulencia para obtener beneficios electorales (lo cual tampoco está sancionado, desafortunadamente). La forma más fácil de hacerlo es buscar a un villano, a un especulador, al cual culpar para después increpar a las autoridades por no haber hecho nada para evitar la especulación. En las últimas semanas, sin embargo, ha habido devaluaciones de divisas de todo el mundo frente al dólar. ¿Son tan poderosos los especuladores mexicanos como para haber provocado esta ronda de devaluaciones en todo el planeta?

La verdad es que la devaluación del peso fue provocada por una gran diversidad de factores de mercado, pero los políticos aprovechan la ignorancia de muchos de los que hablan sobre el tema para fomentar su causa. Una comentarista de radio exigía hace unos días que se averiguara adónde habían ido a parar los “dólares perdidos” tras el saqueo del Banco de México. Pero ningún dólar desapareció, ni nadie saqueó al banco central. Éste vendió dólares por pesos (con una buena utilidad porque los dólares se habían adquirido a precios mucho más bajos) para tratar de tranquilizar a los mercados.

Cada transacción debe juzgarse por sus propios méritos. Si alguien manipuló el mercado, debe castigársele. Pero buscar especuladores donde no los hay es una irresponsabilidad.

Las empresas que compraron derivados lo hicieron en buena medida para cubrirse de posibles fluctuaciones en los mercados. Para eso sirven los derivados. Pero si lo hicieron para especular, también sería su derecho. Las firmas que acertaron en sus pronósticos no tuvieron problemas y no hemos oído hablar de ellas. Las que se equivocaron, porque apostaron a la estabilidad del peso, perdieron dinero… y, en algunos casos, mucho.

No se ha revelado hasta ahora ninguna operación ilícita. Es posible que alguna empresa que cotice en bolsa haya dejado de informar de “hechos relevantes” vinculados a sus transacciones, pero esto no significa que se haya producido una “manipulación” del mercado. Lo que hicieron después las empresas fue acudir a los mercados para cubrir sus compromisos en dólares en un momento en que el peso se estaba devaluando y que todos los mercados se encontraban bajo presión. Y por ello tuvieron que pagar precios mucho más altos por el dólar.

Los políticos siempre buscan culpar a alguien de los problemas. Es la forma en que piensan que pueden obtener respaldo de los electores. El problema para ellos es que hasta este momento no se ha encontrado un solo acto de manipulación del mercado para obtener utilidades indebidas. Pero si la realidad no se ajusta a lo que necesitan los políticos, la verdad es siempre la primera víctima.

NUEVA DEVALUACIÓN

La volatilidad continúa. Ayer el peso se devaluó nuevamente frente al dólar. En el momento en que escribo este artículo el tipo de cambio al menudeo es de 13.34 pesos por dólar, 44 centavos más que los 12.90 en que abrió, y eso que el Banco de México vendió 1,500 millones de dólares a las nueve de la mañana. Y esto no está ocurriendo por que haya especuladores. Simplemente el tipo de cambio está reaccionando a nuevas circunstancias del mercado.

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