El ministro de Relaciones Exteriores de Irak dijo que la crisis financiera ha creado “un nuevo mundo”, pero que espera no fuerce la repentina retirada de los 146 mil soldados estadounidenses en su país.
El ministro Hoshyar Zebari dijo que el retiro inmediato de las Fuerzas Armadas acarrearía consecuencias de las que todo el mundo se arrepentiría.
Zebari se reunió luego con la secretaria de Estado Condoleezza Rice en Nueva York. El ministro iraquí se encuentra en la ciudad con motivo de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.
Zebari señaló que el Gobierno de George W. Bush no ha dado indicaciones de una retirada anticipada. La Administración estadounidense, sin embargo, ha gastado ya más de 550 mil millones de dólares en Irak, debido a la crisis financiera.
“Esta es la lógica del baile”, dijo Zebari. “Nadie anticipó esta crisis tan seria y aún se hacen esfuerzos para superarla y contener su impacto, salvar a algunas de estas compañías con grandes inyecciones de fondos. Sin embargo, la crisis es evidente en todas partes”, explicó.
“Esto no tiene nada qué ver con culpar a tal o cual Gobierno o presidente. Creo que existe un nuevo mundo después de esta crisis y uno ha de ser realista sobre los cambios de actitudes y políticas que pueden ocurrir debido a esta crisis, que ha afectado la economía mundial”, añadió.
El Gobierno estadounidense está preparando un plan de intervención de 700 mil millones de dólares, el mayor de la historia de Estados Unidos. La medida ha creado nerviosismo en el Congreso, que teme una enorme recesión.
Zebari dijo que no sabe si la crisis forzará una rápida salida de Irak.
“Esperamos que no tenga un impacto dramático en decisiones drásticas y calculadas de las que todo el mundo se arrepentirá después”, explicó.
El ministro aclaró que “decisiones drásticas y calculadas” se refiere a una retirada de las Fuerzas Armadas.
“Creo que hay una situación de mucha responsabilidad para cualquiera en la región y que cada Administración se responsabilizará de ello”, explicó.
Zebari dijo también que su Gobierno aún espera firmar un acuerdo de seguridad a largo plazo con Estados Unidos antes de las elecciones presidenciales estadounidenses del 4 de noviembre.
