Rodrigo Guirao, Gaston Soffritti, Laura Esquivel, Brenda Asnicar y Gloria Carra. (Jam Media)
Luis Miguel y Alejandro Fernández son sólo algunos de los artistas que más sensación y casi conmoción han provocado en sus presentaciones en el Auditorio Nacional, por tratarse de dos “grandes” de la música.
Ahora, sin punto de comparación, más que uno, la respuesta del público, a ellos se le suma de manera atrevida el musical Patito Feo, que provocó en sus seguidores tremenda ovación, más que la demostrada por seguidores de agrupaciones como Scorpions o Apocalyptica, que han pisado el mismo escenario.
Todo esto debido al éxito logrado en su primera de tres presentaciones únicas del domingo, en el que la ovación de sus “fans” sin duda alcanzaron altos niveles de decibeles que casi provocaron el dolor de cabeza.
Los cerca de diez mil asistentes que llenaron el lugar, en general niños y adolescentes, gritaron más allá de “hasta el cansancio”.
Sus ovaciones a Patito (Laura Esquivel), Antonella (Brenda Asnicar), Leandro (Juan Darthés), Carmen (Griselda Siciliani) y Matías (Gastón Sofritti) fueron ensordecedores.
Técnicamente el decibelio es la principal unidad de medida utilizada para el nivel de intensidad del sonido. En esta aplicación, la escala termina hacia los 140 dB (símbolo del decibelio), es decir, al umbral del dolor (del oído).
Exactamente eso fue lo que provocó Patito y compañía. De hecho, los adultos aprovecharon cada oportunidad para cubrir sus oídos, y no por tratarse un mal espectáculo, sino por dichos gritos, que si se convirtieran en golpes, perfectamente habrían noqueado a los artistas apenas en el anuncio del primer round.
Fiesta en el Auditorio Nacional
“¡Qué lindo México!”, gritó Leandro ante la sorprendente respuesta del público que en su mayoría se mantuvo de pie desde que inició el show (pasado el mediodía) y hasta las 13:33 horas (cuando concluyó).
“¿Quieren cantar más?”, preguntó Patito. “¡Sí!”, respondió el público.
Ondeando “tripas” fluorescentes el público cantó y unos que otros bailaron temas como “Las divinas”, “Amigos del corazón”, “¿Y ahora qué?”, “Quiero, quiero” y “Fiesta”.
Pero el “griterío” no fue obra de la casualidad. Más allá de los 17 personajes principales en escena, la producción, aunque no muy “wow”, sorprendió a muchos. Papelitos multicolores y corazones rojos volaron por el aire cuando por fin Leandro besó a Carmen.
También chispas sobre el escenario deslumbraron a más de uno, al igual que la lluvia que cayó sobre la parte frontal del escenario mientras las Populares (grupo encabezado por Patito) ensayaba para vencer a las Divinas (Antonella y compañía) en la gran final de baile del Pretty Land School of Arts, el cual ganaron las segundas por decisión del público que fungió como juez, en una de tantas interacciones que hubo entre los artistas y presentes que vivieron momentos de telenovela al ser testigos de otros como cuando Matías “cortó” a Antonella y éste besa a Patito.
Al final, las Populares ganaron, pues se descubrió la trampa de Antonella, quien después de todo se disculpó y puso en evidencia los mensajes de este musical: Con tal de lograr un sueño, los obstáculos no importan, así como que la unión hace la fuerza, además de que las disculpas son la mejor arma para sembrar la amistad.
