Señalan analistas que México podría caer en una ‘estanflación’.
Hasta ahora los conceptos de inflación y deflación nos pueden resultar familiares, toda vez que alguna vez hemos experimentado un fenómeno económico con esta denominación, sin embargo, existe otro del que se ha hecho mención recientemente y que poco conocemos denominado "estanflación".
La estanflación consiste en una situación económica en la que la inflación aumenta pero los negocios se estancan. De ahí el origen de la palabra que combina los conceptos estancamiento e inflación.
Estanflación es un término que fue acuñado en la década de los 60 luego de que en 1965, el entonces ministro de Finanzas británico, Ian McLeod, lo utilizó en un discurso ante el Parlamento para explicar un fenómeno de recesión (estancamiento) combinado con una persistente inflación.
Para poder diagnosticar una estanflación primero debe detectarse una recesión, que es cuando el ingreso nacional decrece durante dos trimestres consecutivos.
Cuando esta recesión llega acompañada de una inflación entonces es posible que empecemos a hablar de una estanflación, el cual es considerado uno de los peores escenarios económicos posibles por la dificultad que implica su manejo y corrección.
Esto se debe a que todas las medidas y políticas monetarias que se utilizan normalmente para dinamizar una economía que se encuentra en recesión, lejos de ayudar a recuperar la dinámica de crecimiento empeoran el componente inflacionario.
Lo mismo ocurre con las políticas monetarias restrictivas que se utilizan para combatir la inflación, pues una vez que se presenta la estanflación, esa medida tiende a profundizar y ampliar su componente recesivo.
En otras palabras si se trata de controlar la inflación cuando hay una recesión, la condición de estancamiento se agudiza, mientras que todas las medidas que normalmente se aplican para reactivar la economía terminan por fortalecer la inflación.
Por ello la estanflación se convierte en un dilema para la política monetaria, que debe elegir entre las medidas normalmente usadas para incrementar el crecimiento económico y aumentar por tanto una inflación desbocada o políticas para luchar contra la inflación que reducen la actividad en una economía en situación de paro.
Desde la década de los 70 no se ha declarado formalmente una estanflación, aunque las condiciones económicas por las que Estados Unidos atraviesa podrían hacer suponer que existe el peligro de que este fenómeno económico se repita.
Aunque las condiciones son similares a las presentadas entre 1970 y 1981, la diferencia es que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que está consciente de los errores inflacionarios de algunos de sus predecesores, acepta la responsabilidad de controlar la inflación.
"La razón por la que es improbable que veamos una repetición es que no estamos sumando una política irresponsable" a otros riesgos de inflación, dice Christina Romer, economista de la Universidad de California, en Berkeley, e historiadora de la política de la Fed.