Los diputados Gustavo Madero (PAN), César Horacio Duarte (PRI), presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados y el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, durante la entrega del segundo informe de gobierno del presidente Felipe Calderón Hinojosa en el salón protocolo del Palacio Legislativo de San Lázaro. (El Universal)
Los poderes Legislativo y Ejecutivo estrenaron este día el formato de la ceremonia del Informe Presidencial y en 10 minutos dejaron atrás los discursos maratónicos, el "besamanos" y las interpelaciones y confrontaciones para evitar la presencia del presidente en turno en San Lázaro.
A las 10:58 horas arribó por la zona del helipuerto de la Cámara de Diputados la camioneta del titular de la Secretaría de Gobernación, Juan Camilo Mouriño y en la escalinata del Salón de Protocolo lo esperaban una veintena de diputados y senadores.
Con un breve discurso para cumplir con el nuevo formato, Mouriño Terrazo hizo notar que con la entrega del informe se da cumplimiento a lo establecido en el Artículo 69 constitucional, y expresó la disposición del Ejecutivo federal de acudir a la glosa que determinen los legisladores.
"Quedamos con ello al pendiente y a disposición de los integrantes del Poder Legislativo para el desahogo del análisis del documento, según lo marca la normativa vigente", dijo el titular de la Segob ante legisladores de todos los partidos.
De inmediato, César Duarte, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara baja, dejó en claro que con la transformación de las instituciones que vive México se continuará con la rendición de cuentas y la transparencia en el análisis de la glosa del informe.
En el Salón de Protocolo, como testigos de esa entrega-recepción, estuvieron el presidente del Senado, Gustavo Enrique Madero, los integrantes de las mesas directivas de ambas cámaras, así como el coordinador del Partido Acción Nacional (PAN) en San Lázaro, Héctor Larios.
Luego de saludos, discursos y despedidas, Mouriño, acompañado por la comitiva de legisladores, abandonó el recinto y se dirigió a su camioneta. Una rápida despedida de cada uno de ellos y el final de este nuevo formato, lejos del San Lázaro convertido en búnker cada 1 de septiembre y de las largas listas de invitados.
En este nuevo formato también quedaron atrás las turbulencias de los dos últimos años, cuando ante la toma de la tribuna por la oposición en 2006 a Vicente Fox no se le permitió el acceso al Salón de Plenos, por lo que lo entregó en la puerta del recinto y dio un breve mensaje.
El año pasado ante el activismo de la oposición se acordó un breve mensaje del presidente Felipe Calderón, quien después habló a la Nación en cadena nacional.
