En la República Mexicana 28 millones de hogares aún utilizan fogones en sus hogares. (León Carmelo Alvarado)
Internacional de Helps International
Guadalajara, Jalisco.- En México, 28 millones de hogares utilizan fogones abiertos para hacer sus alimentos, que causan entre otros males enfermedades respiratorias, afecciones de los ojos, quemaduras e infecciones, comunicó el Vicepresidente Internacional de Helps International, Richard David Grinnel Soto, quien dio a conocer el proyecto de estufas ecológicas ONIL para su implementación en serie en el país.
Durante la sexta edición de la Expo Forestal México Siglo XXI, Grinnel Soto planteó este proyecto para lo cual la Comisión Nacional Forestal (Conafor) y la Secretaría de Desarrollo Social estudian los mecanismos pertinentes.
Reducción.- La estufa ONIL reduce hasta en un 70 por ciento el consumo de leña, evitan el riesgo de quemaduras y reduce la emisión de contaminantes que afectan la salud de las personas.
“Desde 1982 hemos estado trabajando en Guatemala, El Salvador, México y próximamente en Honduras y ya se cuenta con la instalación de 50 mil estufas, esto dentro de nuestro programa integral de reducción de pobreza que abarca temas como salud, educación, desarrollo económico y proyectos especiales”, explicó.
Helps Internacional es una organización no lucrativa encargada de reducir la pobreza en América Latina cuyas oficinas centrales están en Dallas, EUA. La Estufa ONIL es uno de los proyectos que más promueve, pues respalda los principios de la conservación y optimización de calor, inhibiendo la fuga de humo dentro de las casas, promoviendo con ello la salud de sus habitantes y la calidad de vida de las zonas marginadas del país.
Cifras.- “Tenemos que implementar alrededor de 150 mil estufas ecológicas anuales en México para contrarrestar el daño de los fogones, esta meta no se puede lograr de la manera artesanal en la que actualmente se hacen las estufas”, afirmó el vicepresidente de Helps International.
La estufa tiene un costo de mil 165 pesos que incluye la capacitación para su instalación y verificación. Tiene una vida útil de diez años y su composición es la siguiente: concreto para la base, barro artesanal en la cámara de combustión, hojalata para la chimenea y planchas metálicas.