Un accidente protagonizado por el chofer de un autobús de Transportes del Nazas (rojos), puso al descubierto una serie de irregularidades cometidas por los peritos de Tránsito y Vialidad, entre las que destaca la falsificación de una firma.
Por principio de cuentas, los hechos ocurrieron en Gómez Palacio, la tarde del pasado viernes, al filo de las 19:30 horas, pero del accidente tomó conocimiento la Dirección de Tránsito y Vialidad de esta ciudad. El comandante de Peritos, Fernando Gutiérrez Melgoza, afirma que ocurrió en calzada J. Agustín Castro y bulevar Miguel Alemán.
Uno de los afectados, Rubén Ortiz Cortez, de 86 años, viajaba acompañado de su esposa, de 77 años, en el autobús de Transportes Nazas, procedente de Torreón y con destino a esta ciudad, con número económico 38, propiedad de Eduardo Miguel Ibarra Taboada.
A la altura de la Tienda Ley, en Gómez Palacio, poco antes del llegar a la calzada J. Agustín Castro, el autobús estuvo a punto de chocar con otro camión de pasajeros tipo turismo y el chofer de Transporte Nazas frenó de manera brusca.
Como todo fue intempestivo, el señor Ortiz Cortez se fue hacia delante y se golpeó en el tubo de la parte trasera del asiento del chofer y comenzó a sangrar en forma abundante del lado derecho de la frente, además de otra persona mayor de 70 años que se lastimó el hombro.
El chofer pasó la calzada J. Agustín Castro y se detuvo ante los reclamos de la esposa de Ortiz Cortez, que le pedía los llevara a una clínica particular donde tienen servicio médico, pero el chofer y otros pasajeros los convencieron que acudieran a la Cruz Roja de esta ciudad, en lugar de acudir a la clínica 46 del IMSS que les quedaba a unos 50 metros de distancia o a la Cruz Roja de Gómez Palacio.
La esposa del afectado cuenta que en la Cruz Roja los atendieron muy bien a los dos lesionados y tuvieron que suturar a Ortiz Cortez, quien luego acudió a las oficinas de Tránsito, a petición de un agente de Vialidad y el dueño del autobús, que fueron por él hasta su casa para que firmara el convenio donde liberaba al conductor del autobús.
Se llegaron casi las 11 de la noche de ese viernes y todavía el comandante de Peritos no llegaba, motivo por el cual una hija de Ortiz Cortez, de nombre Socorro Ortiz, fue por su papá y en las oficinas de Tránsito no lo dejaban salir, “porque todavía no llegaba el comandante de Peritos”, pero Socorro lo sacó y lo llevó a la casa, en virtud que el lesionado requería descansar.
Más tarde, al filo de las 12 de la noche, acudieron de nueva cuenta por el señor Ortiz Cortez, pero éste se negó y le pidieron la credencial de elector, que se llevaron a las oficinas de Tránsito y con la cual hicieron el convenio y un escrito donde el afectado liberaba de los cargos al conductor, pero el documento no lo escribió él ni lo firmó, lo cual indica que le falsificaron su firma.
José Gerardo Ramos Aguirre, titular de Tránsito y Vialidad, menciona que a él le informó el comandante de Peritos que el accidente ocurrió en esta ciudad, pero no tenía conocimiento de cómo se desarrollaron los hechos.
