El tribunal de Palermo aceptó excarcelar a un mafioso italiano de 210 kilogramos de peso debido a que ninguna celda de las cárceles del país estaba adaptada para su estancia, confirmaron fuentes judiciales.
Salvatore Ferranti, de 36 años de edad y quien sufre una forma patológica de obesidad, deberá descontar la pena carcelaria bajo arresto domiciliario, añadieron las fuentes.
El acusado de asociación mafiosa por pertenecer al clan del 'capo' de la Cosa Nostra (la mafia siciliana), Salvatore Lo Piccolo, arrestado en noviembre pasado, no entraba en ninguna celda.
Por ello el tribunal de Revisión palermitano acogió el pedido de sus abogados, Raffaele Bonsignore y Giuseppe Giambanco, de concederle la detención domiciliaria.
Pese a que el delito de asociación mafiosa prevé la custodia en un instituto penitenciario, al final los magistrados se rindieron a la evidencia y tampoco la fiscalía impugnó la decisión.
Ferranti ya había sido trasladado a cuatro diferentes cárceles, ninguna de las cuales estuvo en grado de garantizarle un trato que respetara su dignidad humana, dijo la corte.
De hecho el detenido debía estar siempre acompañado de un agente que lo ayudase a cumplir sus necesidades cotidianas, desde las de movimiento hasta las fisiológicas.
La dirección de la última prisión en la que había estado, en la ciudad de Monza (norte) escribió incluso un reporte en el que informó que no se contaba con ninguna cama que soportara su peso y que tampoco entraba por la puerta del baño.
'Las condiciones de salud de Ferranti no permiten que se le encuentre un lugar digno que haga compatible su detención con la grave obesidad que padece', explicó la corte.
