La tecnología no siempre es sinónimo de confort, también puede ser un riesgo para la salud. Malestares visuales, estrés, dolores de espalda e incluso musculares pueden manifestarse o exacerbarse con frecuencia entre los usuarios regulares de computadoras o videojuegos. (Archivo)
Expertos recomiendan vigilar el uso excesivo de PC, PDA y videojuegos y cuidar la postura corporal
para prevenir problemas visuales, ortopédicos e incluso neurológicos.
La tecnología no siempre es sinónimo de confort, también puede ser un riesgo para la salud.
Malestares visuales, estrés, dolores de espalda e incluso musculares pueden manifestarse o exacerbarse con frecuencia entre los usuarios regulares de computadoras, asistentes digitales personales (PDA, por sus siglas en inglés) o videojuegos.
La causa, apuntan expertos, no es el funcionamiento del aparato por sí solo, sino las condiciones en las que se opera: desde los niveles de iluminación ambiental, el brillo o contraste de la pantalla, hasta los tiempos de exposición y las posturas físicas del usuario.
El ejemplo emblemático es la computadora personal (PC), cuyo empleo creciente en hogares, escuelas e industrias puede relacionarse no sólo con malestares ópticos, sino también con afecciones ortopédicas o musculares.
“La literatura científica no ofrece evidencia de que el uso regular de monitores de PC amenace a la salud visual o resulte en daño permanente a ésta”, apunta un análisis de 2007 del Departamento de Ambiente, Salud y Seguridad del Massachusetts Institute of Technology (MIT).
“Sin embargo –reconoce- debido a las exigencias sobre el sistema visual, los usuarios con frecuencia reportan síntomas como irritación o enrojecimiento ocular, vista cansada, lagrimeo excesivo, visión borrosa o dificultad para enfocar”.
Todos ellos, según el documento, pueden derivar de condiciones predisponentes que el uso del monitor exacerba o ser el resultado directo de factores ambientales en la estación de cómputo.
Guadalupe Tenorio, jefa del Servicio de Oftalmología del Hospital General de la Secretaría de Salud (en la ciudad de México), coincide con estas observaciones:
“No hay estudios científicos que demuestren lesiones visuales directamente relacionadas con el uso de las computadoras o monitores”.
Según la especialista, los síntomas referidos -que no comprometen la capacidad de visión- obedecen a “la falta de una buena corrección óptica (entre los usuarios), ya que es común el astigmatismo, que con cualquier tipo de lectura produce cansancio visual”.
CUIDAR LA POSTURA, CLAVE
La médico descarta que las diminutas pantallas de los celulares y PDAs generen trastornos ópticos. En todo caso, señala como más probables las afecciones al sistema músculo-esquelético y sobre todo a la columna vertebral, por la adopción de posturas inadecuadas al sentarse frente a un monitor.
Al respecto, una evaluación de la Mayo Clinic (2007, EU) alerta que mantener una posición incorrecta al efectuar una labor rutinaria y repetitiva -como trabajar frente a la PC- puede aumentar el estrés, la tensión muscular y eventualmente producir dolor de espalda.
A esas molestias se suman, según la Universidad de Nuevo México, otras asociadas con los movimientos reiterados que suelen efectuarse en un centro de cómputo: dolor en brazos, hormigueo en dedos, molestias en muñecas, entumecimiento, etc.
Por ello, esta institución educativa pide que tras ejecutar movimientos rutinarios se tome un descanso con estiramientos durante unos segundos por cada dos horas continuas de labor. También aconseja evitar las labores que requieran posturas complicadas (codos y brazos levantados, manos o muñecas dobladas) por más de una hora continua o cuatro al día.
La prevención -basada en posturas correctas, uso de diseños ergonómicos y ejercitación de movimientos diferentes a los rutinarios- “es la clave para reducir o eliminar el riesgo de que una persona desarrolle lesiones”, añade el informe.
Tenorio también aconseja a quienes manipulan una PC todo el día tomar descansos periódicos y acudir a consulta médica si persiste la irritación ocular o hay dolor de cabeza, pues en este último caso podría haber otras causas, incluso neurológicas.
“Si en general hay buena iluminación y se trata de gente joven, que no necesite lentes o los use adecuadamente, puede mantenerse dos o tres horas seguidas (frente al monitor) y después tomarse un descanso, sobre todo por la espalda, pues es común dañarse la columna por una mala posición al sentarse”, refiere.
Por su parte, el MIT recomienda trabajar en lugares poco iluminados, colocar al monitor en una posición en la que decrezca el brillo y a una altura en la cual la parte más alta de éste se ubique al nivel de los ojos, además de emplear filtros protectores.
¿Enemigos del oído?
Un estudio elaborado por expertos de la Universidad de Colorado y el Hospital Infantil de la Escuela de Medicina de Harvard encontró que:
*Las probabilidades de daño auditivo por uso de reproductores portátiles MP3 crecen no sólo en función de la intensidad del volumen, sino también al aumentar la cantidad de tiempo que son escuchados.
*Una persona promedio -según el estudio- puede escuchar su MP3 a un volumen de 70% del total por cuatro horas y media sin riesgo; pero si lo hace al volumen máximo durante sólo cinco minutos puede sufrir deficiencias auditivas.
USO DEL CELULAR
*Aún no hay consenso científico sobre los daños potenciales asociados con el uso del celular; pero una investigación realizada en 2007 por Naresh K. Panda encontró que quienes hablan por celular más de una hora diaria pueden tener problemas para percibir sonidos de alta frecuencia.
*Según el experto indio, quienes emplearon el teléfono de uno a dos años tuvieron una pérdida de audición de 16.48 decibeles en el rango de alta frecuencia, mientras que quienes lo usaron más de cuatro años mostraron una pérdida mayor, de 24.5 decibeles en ese mismo rango.
Audición segura con MP3 y celulares
La primera guía científica para operar con seguridad MP3 fue revelada en 2006.
Cory Portnuff, de la Universidad de Colorado en Boulder, y Brian Fligor, director de Audiología del Hospital Infantil de la Escuela Médica de Harvard, determinaron que una persona promedio puede oír hasta 4 horas y media al día un reproductor en un nivel de 70% de su volumen.
Tras probar cinco tipos de aparatos (incluidos tres modelos del popular iPod), encontraron que el daño auditivo puede ocurrir cuando éstos son escuchados a su máximo volumen durante más de cinco minutos diarios con los audífonos suministrados (de botón).
“El riesgo de pérdida auditiva aumenta si el sonido es reproducido intensamente durante largos periodos”, indicó Portnuff.
¿Y qué hay respecto a los celulares? Un estudio conducido por el otorrinolaringólogo indio Naresh K. Panda en 2007 halló que quienes hablan más de una hora al día pueden experimentar problemas para percibir sonidos de alta frecuencia. Esto significa dificultades para distinguir fonemas como el “s” o el “h” en una charla (en inglés).
La prueba -que comparó capacidades auditivas de 100 usuarios regulares y 50 personas que no emplean móvil- también determinó que el uso de éste por más de una hora al día durante cuatro años aumentó la incapacidad para distinguir sonidos.
Pese a los resultados, Panda, del Instituto de Educación Médica en Chandigarh, admitió la necesidad de estudios posteriores con grupos más numerosos. Por lo pronto, sugirió hablar menos por el celular: “Debemos educar al público para que sólo lo utilice cuando es necesario”.
(Sciencedaily News; University of Colorado, Boulder; Web MD)
Videojuegos peligrosos
El uso excesivo de consolas de videojuegos puede ocasionar lesiones en los tendones y afectaciones cerebrales como convulsiones, advierten especialistas del IMSS.
Si los menores juegan por más de dos horas comienzan a padecer dolor entre la muñeca y el pulgar, que se vuelve regular. Esta afección (tendinitis) puede dañar hasta los músculos del brazo y las articulaciones del codo, según el ortopedista Jaime Castellanos.
Ese tiempo frente al monitor también generaría convulsiones, debido a la estimulación fótica (por descargas intermitentes de luz), según asevera la neuróloga Silvia Rivera.
Estas situaciones se denominan crisis convulsivas por videojuego y, al igual que en la epilepsia, se caracterizan por movimientos anormales en los que el paciente pierde la conciencia.
La tecnología no siempre es sinónimo de confort, también puede ser un riesgo para la salud. Malestares visuales, estrés, dolores de espalda e incluso musculares pueden manifestarse o exacerbarse con frecuencia entre los usuarios regulares de computadoras o videojuegos. (Archivo)