“Tesoros de la Casa Azul” es el nombre de la exposición donde se presenta material inédito sobre la controversial pareja de artistas. (El Universal)
La primera vez que se abrieron los baúles, armarios y cajas propiedad de Diego Rivera y Frida Kahlo fue en julio de 2007, de ahí surgieron materiales inéditos que estuvieron ocultos durante cinco décadas, con los que se montó la exposición “Tesoros de la Casa Azul”.
Hoy, el mundo íntimo de Frida y Diego se abre de nueva cuenta con piezas de ese mismo acervo que parece inacabable, pero bajo el título “Retrato de Diego por Frida”.
“Hay más archivo que vida”, dice en entrevista Ricardo Pérez Escamilla, curador de la exposición, que se inauguró el pasado jueves en la Casa Azul.
Entre los documentos inéditos se encontró una carta dirigida a Soledad Orozco, quien fuera esposa del presidente Manuel Ávila Camacho, en la que Frida exige el pago de una obra que se le había encargado para Los Pinos y que a última hora le devolvieron por considerarla “erótica”.
“Le habían pedido la obra -que ya se ha expuesto en la Casa Azul- y se la regresaron. Frida le escribió a la esposa del Presidente reclamándole el pago, que nunca le dieron. El cuadro alude a la reproducción femenina, eso los escandalizó”.
Hilda Trujillo, directora del Museo Diego Rivera Anahuacalli y Frida Kahlo, dice que el título de la muestra alude a un artículo que la pintora escribió para un libro, con motivo de un homenaje al muralista por sus 50 años como artista en el Palacio de Bellas Artes.
“Le pidieron a Frida un retrato e hizo ese escrito, se decía que alguien más lo había hecho. Encontramos (en el archivo) cinco o seis borradores donde se demuestra que sí lo hizo ella”, menciona Trujillo.
Para la exposición, dice, han rescatado frases de las cartas, los diarios y los escritos de Frida, que acompañarán cada una de las salas y conducirán la visita. Algunas de ella son:
“Trabajando siempre, Diego no vive una vida que pudiera llamarse normal. Su capacidad de energía rompe los relojes y los calendarios”.
Del archivo saltan documentos, libros y manifiestos que realizó Diego Rivera para pintar el mural que se encuentra en el hospital de La Raza, así como una especie de cartel del que se inspiró la artista para hacer su cuadro “Las dos Fridas”, y en el que se observan dos mujeres indias, ataviadas con collares y con las cejas tan abundantes como las de ella.
Se exhibirá una carta dirigida al ingeniero Marte R. Gómez, fundador de la Escuela de Chapingo y a quien se debe que Diego Rivera pintara sus murales en esa casa de estudios, donde Kalho pide confidencialidad y solicita ayuda para que Diego termine de construir el Museo Anahuacalli, pero no quiere que el muralista se entere que ella hace las gestiones.