A partir de este mes, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) exhibirá a las empresas con poca bursatilización y promoverá, como nunca antes, la compra y venta de sus acciones. Además del semáforo que marcará con colores a las firmas que menos actividad tengan, empezarán a operar también los “formadores de mercado”, casas de bolsa que harán las funciones de un “diez” en una cancha de futbol, organizando el juego al garantizar la compra-venta de acciones a emisoras que tienen poca o nada de bursatilidad.
La nueva clasificación por bursatilidad será en cuatro estratos: alta, media, baja y mínima, cada uno representando 25 por ciento.
Como resultado de este ajuste, siete emisoras avanzaron al nivel de bursatilidad alta, mientras que 13 se incorporaron al nivel de media.
Estas últimas obtendrán una mayor flexibilidad de operación, ya que la regulación les permite realizar negociaciones como la venta en corto y el préstamo de valores, las operaciones al cierre, y las de por cuenta propia, entre otros.
“El criterio busca reconocer los avances que ha tenido la negociación de valores en el mercado mexicano”, dijo a Pedro Zorrilla, director general adjunto de la BMV.
Hasta el mes pasado los criterios de asignación se distribuían en 20 por ciento del total al nivel de alta bursatilidad, 20 por ciento a media, y 30 por ciento al nivel de baja mínima, respectivamente.
La función del formador es promover la liquidez de las empresas y establecer precios de referencia en un valor, así como asegurar la continuidad de operaciones de los valores listados.
Zorrilla señaló que siete casas de bolsa han mostrado interés.