El senador John McCain, el único aspirante presidencial republicano que apoya abiertamente una reforma migratoria con legalización, se pronunció hoy por deportar a dos millones de indocumentados que han cometido crímenes.
En un acto de campaña en el estado de Michigan, en la víspera de elecciones primarias, McCain sostuvo que toda reforma migratoria debe empezar con el aseguramiento de las fronteras, un programa de trabajo temporal y sanciones contra empleadores de indocumentados.
'Sobre los 12 millones que están aquí, dos millones deben ser cercados y deportados inmediatamente porque han cometido crímenes.
Deben ser sacados de este país inmediatamente', subrayó McCain, que este lunes apareció como el puntero republicano a nivel nacional.
El nuevo énfasis de McCain en la dimensión punitiva de la reforma migratoria surge después que él mismo admitió que su posición en el tema de migración afectó su campaña política. Analistas han notado que McCain pone ahora un mayor acento en la seguridad fronteriza.
Aunque McCain no se retractó de su apoyo a una reforma migratoria con legalización de indocumentados, durante el evento en Michigan dejó en claro que algunos de los inmigrantes sin papeles tendrían que salir del país para regularizarse.
Agregó que ningún inmigrante que ha estado de manera ilegal en Estados Unidos podrá adelantarse en la fila de solicitantes de naturalización que han tomado la vía legal antes de buscar ingresar a Estados Unidos.
'Puede que sean personas buenas y decentes, pero violaron la ley al entrar aquí ilegalmente', señaló.
El tema de la migración ha abundado en las campañas presidenciales, en especial entre los republicanos, luego que la mayoría de precandidatos endureció sus posturas en busca del voto de los militantes conservadores de cara a las elecciones primarias.
La reforma migratoria surgió en el debate republicano realizado la semana pasada en Michigan.
En el debate, McCain reiteró su apoyo a un control fronterizo para enfocarse en segundo lugar en una solución 'humana y compasiva' para unos 10 millones de indocumentados, pero también habló de la necesidad de deportaciones de quienes han cometido delitos.
El ex alcalde de Nueva York, Rudolf Giuliani, defendió por su parte las políticas que implementó en Nueva York para proteger a indocumentados que reporten crímenes, una postura que ha merecido críticas del ex gobernador de Massachusetts, Mitt Romney.
Durante el debate, el actor de Hollywood, Fred Thompson, manifestó que son necesarias bardas fronterizas 'más altas' para impedir la inmigración ilegal.
La reforma migratoria fue bloqueada el año pasado en el Senado por un puñado de republicanos del ala más conservadora del partido, encabezada por el senador de Alabama, Jeff Sessions, y desde entonces, ningún aspirante de esta agrupación, salvo McCain, mantiene su apoyo.
Encuestas de opinión colocan a McCain en un cercano segundo lugar tras Mitt Romney en las elecciones primarias de Michigan, pero por primera vez apareció en primer lugar a nivel nacional con 28 por ciento de apoyo tras su triunfo en Nueva Hampshire.