Esposas y padres se mantenían este lunes a la expectativa de detalles sobre el lugar y fecha de la liberación de seis rehenes en manos de las FARC, luego del anuncio en la víspera de la entrega unilateral del grupo.
En un comunicado conocido el domingo, las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) indicaron que liberarían al ex gobernador del departamento del Meta, Alan Jara, secuestrado en julio del 2001; al ex diputado regional del departamento del Valle del Cauca, Sigifredo López, retenido en abril del 2002, así como a tres agentes de policía y un soldado, cuyas identidades no revelaron.
Las FARC no dieron detalles de cuándo y dónde se producirían las liberaciones.
El gobierno del presidente Álvaro Uribe mantenía silencio sobre el anuncio rebelde.
En caso de producirse las seis liberaciones, las FARC aún retendrían a 22 militares y agentes policiales, de acuerdo a un listado divulgado por los propios insurgentes en agosto.
Yves Heller, vocero del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), dijo en diálogo telefónico que carecían de detalles sobre una fecha o lugar para esas liberaciones anunciadas, pero que mantenían "un diálogo confidencial" con las partes y que como siempre "ofrecemos nuestros buenos oficios para facilitar" la salida de los rehenes.
"Es una buena noticia, cualquier liberación es algo positivo", dijo el vocero del CICR que ya en enero y febrero pasado fue quien recibió junto a delegados políticos de Colombia y Venezuela a seis ex políticos colombianos que habían estado secuestrados en manos de las FARC por más de seis años.
El anuncio de las FARC fue recibido con sorpresa y tras un intercambio público de comunicaciones los últimos meses entre la insurgencia y un grupo de activistas y políticos, entre ellos la senadora Piedad Córdoba, del Partido Liberal de oposición; quien ha trabajado por la liberación de rehenes desde el 2007.