Los tumores Schwannoma son usualmente benignos y tienen pocas probabilidades de retornar una vez que han sido removidos, según fuentes médicas. (EFE)
Una adolescente vietnamita con un tumor de unos siete kilos en la cara, considerado como uno de los mayores tumores Schwannoma en una persona, inició una campaña en Miami para recaudar los recursos necesarios para financiar la operación que le permitirá comer y hablar de nuevo.
Para su cirugía Lai Thi Dao, de 15 años de edad, necesita 107 mil dólares, por lo que el International Kids Fund (IKF), inició la campaña de recaudación de fondos para que la adolescente pueda ser operada en el Holtz's Children Hospital de la Universidad de Miami /Jackson Memorial Medical Center.
El IKF es un programa de la Fundación Jackson Memorial de Miami que suministra asistencia médica a niños de todo el mundo que no pueden ser tratados en sus países de origen.
Según Jesús Gómez, cirujano oral y maxilofacial en la Universidad de Miami/Jackson Memorial Medical Center, los tumores Schwannoma son comunes "sin embargo, el tamaño del tumor de Lai es extremadamente raro y posiblemente sea el más grande del que se haya tenido registro".
"Sin la cirugía, Lai enfrenta un camino de vida que desafortunadamente terminará muy pronto debido al rápido crecimiento del tumor que eventualmente impedirá su capacidad de respirar", afirmó el doctor.
La cirugía de diez horas de duración restaurará su capacidad para comer y hablar.
Los tumores Schwannoma son usualmente benignos y tienen pocas probabilidades de retornar una vez que han sido removidos, según fuentes médicas.
Llamados también neurilemo, se pueden formar en cualquier nervio del organismo, aunque tienden a aparecer en ciertos nervios localizados en la cabeza y en el cuello.
En el caso de Lai, el tumor crece desde que ella tenía aproximadamente tres años de edad. Sin la cirugía, el rápido crecimiento del tumor en comparación con el del resto de sus órganos podría eventualmente llevar a un cierre crítico de su garganta colapsando sus vías respiratorias superiores.
Debido a su condición, la adolescente nunca ha asistido a la escuela y le resulta difícil comer, beber, dormir y caminar.
A pesar de ello, Lai se dedica a crear cortinas de hilos de cuentas hechas con origami y paja anudada para la venta, como una manera de contribuir a su familia.
"No todos los días se tiene la oportunidad de hacer algo que tendrá un gran impacto en la vida de un ser humano. Debido a que Lai no podría recibir esta arriesgada, pero esencial cirugía en su país de origen, el apoyo de la comunidad es clave para mejorar drásticamente su calidad de vida", dijo Janelle Prieto, directora de comunicaciones del IKF.
Dado que Lai no es residente de Estados Unidos y un hospital público no puede utilizar el dinero de los contribuyentes para pagar su tratamiento, el IKF está buscando el apoyo de la comunidad para el dinero requerido y ayudar a cubrir el costo de la operación.
El médico Gómez, encargado del procedimiento, también operó a una adolescente haitiana que tenía un tumor de siete kilos en su cara que creció como producto de una condición genética llamada displacia fibrosa poliostótica, que se caracteriza por un crecimiento irregular, dolor y deformidad en los huesos afectados.