La Policía extremó ayer las medidas de seguridad en los centros comerciales, cines y zonas de ocio de Nueva Delhi, mientras continuaba abierta la investigación para esclarecer las circunstancias del atentado múltiple en el que 20 personas murieron en la capital india.
Según el portavoz de la Policía de Nueva Delhi Rajan Bhagat, citado por las agencia indias, las fuerzas de seguridad disponían de pistas “vitales”.
“Hemos obtenido pistas vitales en la cadena de explosiones y las investigaciones van por buen camino. Esperamos resolver el caso muy pronto”, agregó Bhagat.
Hasta el momento 20 personas perdieron la vida y 98 permanecían hospitalizadas a causa de la explosión de cinco artefactos en tres zonas comerciales de Nueva Delhi el sábado.
El primer estallido tuvo lugar a las 18:15 hora local (12:.45 GMT) en el mercado de Ghaffar, especializado en teléfonos celulares, del barrio de Karol Bagh del Norte capitalino.
Como consecuencia de esa explosión 13 personas murieron y 40 resultaron heridas.
Las dos siguientes explosiones, que causaron siete muertos, se registraron en la céntrica Connaught Place, el corazón de Nueva Delhi.
Mientras, dos estallidos más, que no causaron víctimas mortales, se localizaron en un mercado del popular barrio de Greater Kailash-I, en el Sur de la ciudad.
Fuentes policiales aseguraron que siete personas fueron detenidas en varias redadas llevadas a cabo en los lugares donde se registraron los estallidos.
El grupo Indian Mujahidin -una supuesta nueva denominación del proscrito SIMI- se atribuyó la autoría con el envío de un correo electrónico a medios de comunicación, igual que ha hecho con anteriores ataques en otras ciudades indias, que la Policía aún no ha logrado esclarecer.
Este año la India ha sido escenario de varios atentados, el más sangriento fue el registrado en la ciudad turística de Jaipur el pasado mes de mayo en el que 63 personas perdieron la vida.