Pemex no es la única institución pública que hace donativos sin reglas transparentes. (Archivo)
Cambia la paraestatal sus lineamientos para "regalar" dinero, pero sigue la opacidad en rendición de cuentas.
A pesar de que Petróleos Mexicanos desarrolló en 2007 una metodología para abatir la discrecionalidad en la distribución de los donativos, no ha logrado reducir la opacidad en la rendición de cuentas sobre el destino de estos recursos públicos.
De acuerdo con el Cuarto Informe Trimestral sobre la Situación Económica, las Finanzas Públicas y la Deuda Pública de la Secretaría de Hacienda, Pemex fue la entidad que más donativos entregó durante el año pasado -sumaron 915 millones de pesos-, los cuales representaron el 54 por ciento de lo donado por todo el Gobierno.
El reporte señala que la paraestatal apoyó 35 proyectos en los estados de Tamaulipas, Veracruz, Campeche, Guanajuato, Hidalgo, Nuevo León, Tabasco, Oaxaca, Colima, Chiapas y Quintana Roo.
De ellos, en 20 casos es posible conocer el fin específico de los recursos; en los 15 restantes el informe señala de forma general que el dinero se destinó para apoyar programas de infraestructura, desarrollo social, actividades de conservación ambiental o, en su caso, la pavimentación de "algunas calles en diversas colonias y comunidades".
En total, los recursos destinados a estos 15 proyectos de los que no hay información precisa, aglutinaron más de 670 millones de pesos, es decir, 73 por ciento del total de los recursos aprobados por Pemex durante el pasado ejercicio fiscal para el apoyo a actividades de desarrollo social.
Entre esos casos de opacidad se encuentra uno para el estado de Campeche, que incluyó dos entregas para el mismo fin: "apoyo para programas de desarrollo social", por un total de 194 millones de pesos.
Pemex es la única dependencia que cuenta con su propia fórmula para el otorgamiento de donativos. De acuerdo con una modificación aprobada por el Consejo de Administración de la paraestatal en agosto de 2007 a sus Lineamientos en Materia de Donativos y Donaciones, la asignación de recursos deben contemplar siete indicadores: producción, instalación y estudios sismológicos, población en municipios con influencia petrolera, proyectos de inversión, protección y pasivos ambientales, número de trabajadores petroleros e índice de marginación.
Los lineamientos establecen que la metodología pretende garantizar la distribución de recursos de acuerdo con los impactos de la actividad petrolera.
Según las adecuaciones y variaciones que presente cada uno de los componentes, estas pautas pueden ser modificadas anualmente.
Pese a ello, la posibilidad de conocer la ruta que siguen los recursos hasta su destino final sigue siendo prácticamente imposible, pues los informes no especifican si el recurso se invierte de manera directa o si ingresa a las arcas estatales o municipales.
Pemex no es la única institución pública que hace donativos sin reglas transparentes.
En total, sólo durante 2007, el Gobierno Federal "regaló" mil 691 millones de pesos a asociaciones civiles, estados, municipios, sindicatos e instituciones académicas.
Los recursos, canalizados como donativos, se entregaron a 429 instituciones a través de 23 dependencias federales.
No hubo en el proceso, criterios para elegir a los beneficiarios, tampoco registros confiables sobre el destino del dinero.
Pega el petróleo en alza de fletes
El alza mundial en los energéticos ha provocado un incremento de entre 25 y 96 por ciento en las tarifas del transporte de carga, lo que afecta especialmente a las empresas importadoras.
La Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM) señaló que los transportes terrestre y marítimo son los que han presentado las mayores alzas en el precio de sus fletes en el último año.
Ello ha afectado principalmente a las compañías importadoras de materias primas para sus procesos de producción que son las principales usuarias de los servicios de transporte de carga.
De acuerdo con la ANIERM y empresas de transporte de carga terrestre, de enero a julio en Estados Unidos -principal proveedor de México- las tarifas han subido entre 25 y 30 por ciento, en promedio.
El organismo empresarial refirió además que el segundo transporte más utilizado por las importadoras es el marítimo, cuyas tarifas en el último año han subido 96 por ciento, de acuerdo con la naviera británica Baltic Exchange.
Algunas empresas que dependen de la importación de materias primas, no han podido absorber los costos del alza en el flete de mercancías y han tenido que trasladar parte de éste a los consumidores.
León Gutiérrez, director de Tubacero, explicó que en este año la empresa ya ha incrementado los precios de sus productos debido al alza mundial del acero, y en segundo lugar al aumento de las tarifas del flete marítimo.