A los 79 años de edad, la madrugada del sábado falleció el artista plástico zacatecano Francisco de Santiago, luego de permanecer internado varios días en el Corporativo Hospital Satélite, ubicado en el Estado de México.
En entrevista, la hija del pintor, María de Santiago, explicó que el cuerpo de su padre fue velado en una conocida funeraria de la calle de Sullivan, en esta ciudad, y su cuerpo será enterrado en su natal Jerez.
Lo anterior, luego de que reciba hoy domingo a temprana hora un homenaje el Museo Manuel Felguérez, localizado en el centro histórico de la ciudad de Zacatecas.
Indicó que el homenaje se llevará a cabo a iniciativa del gobierno de Zacatecas, el cual a través de un comunicado lamentó el deceso de uno de sus artistas más emblemáticos y cuya obra monumental le ha dado vida a la tierra que lo vio nacer.
“La gobernadora Amalia García Medina y su equipo de gobierno, se une a la pena que embarga a la familia De Santiago, por la pérdida de este distinguido y reconocido artista plástico zacatecano”, precisó en el boletín.
María de Santiago explicó que por acuerdo de los diez hijos del artista no se darán a conocer las causas del fallecimiento, ocurrido a las 03:30 horas del sábado, y añadió que a pesar de que su padre tenía muchos proyectos en mente, no dejó ninguna obra inconclusa, excepto algunas piezas en caballete.
No obstante, desde el pasado lunes, cuando fue internado, los médicos que lo atendían manifestaron su preocupación por el estado de salud del también profesor y formador de un nutrido grupo de artistas plásticos en la Academia de San Carlos y la Escuela Nacional de Artes Plásticas, planteles donde impartió clases durante varios años.
Así lo había informado en su momento también el Instituto Zacatecano de Cultura, en un comunicado en el que expresó la preocupación del gobierno local por la salud del artista nacido en 1929.
Alumno de Antonio Rodríguez Luna y de Luis Nishizawa, Francisco de Santiago inició sus estudios en la Academia de San Carlos, en la Ciudad de México, a los 19 años de edad. Su trabajo va desde encáustica (pintura hecha de cera para preservar la humedad), pútrido, óleo hasta los acrílicos con carga texturizante de sus obras más recientes. Fue coordinador del Proyecto de Alta Exigencia en la Escuela Nacional de Artes Plásticas y de acuerdo con los conocedores de su trabajo, en sus cuadros deja ver la geometría sensible y un lenguaje plástico de singular originalidad que aglutina el rigor geométrico con la sordina del color y la poética textura que unifica los demás elementos: la tierra que armoniza a sus anfractuosidades con la hierba.
Entre los reconocimientos de que fue objeto a lo largo de su trayectoria destacan el primer premio de maestros de Bellas Artes de México y en 1992 el premio en Japón por la obra en papel Washi.
