GOLPE EN LA CABEZA. Según el Ministerio Público, el cuerpo del occiso permanecerá en un congelador del anfiteatro en espera de que alguien acuda a reconocerlo.
El lunes por la tarde perdió la vida una persona de aproximadamente 60 años. El occiso no portaba credenciales y no ha sido reconocido.
Le pegó duro
Los hechos se registraron a las 7:30 de la tarde del lunes, a la altura del Periférico y la carretera al ejido San Ignacio, en Gómez. Según las autoridades, el responsable del accidente fue una camioneta Volkswagen Pointer, color blanco, modelo 2005, la cual era tripulada por Julio César Curiel Gómez, de 17 años, quien dijo tener su domicilio en el callejón de las Jacarandas, de la colonia Miravalle, de Gómez. Él manifestó a las autoridades que circulaba por el Periférico, y al intentar dar vuelta para entrar a la carretera que va al ejido San Ignacio, atropelló a una persona.
Completo desconocido
El agente del Ministerio Público del área de Homicidios, en La Laguna de Durango, Salvador Flores Triana, manifestó que el occiso no portaba credenciales que lo identificaran, pero que era de complexión media, de 1.62 metros de alto, de 60 años, de aproximadamente 1.62 metros de altura, y vestía pantalón de mezclilla color azul, camisa azul, calcetines cafés, y zapatos de color negro.
Al lugar del accidente arribó una ambulancia de la Cruz Roja, la cual revisó los signos vitales del hombre. Los socorristas comentaron que el occiso había muerto a consecuencia de diversos golpes en la cabeza, al momento de ser embestido por la camioneta.
Señal
El occiso fue trasladado por una unidad del Servicio Médico Forense, al Semefo, de la Subprocuraduría, donde se le practicó la necropsia de ley. Los médicos legistas del Anfiteatro comentaron que, el occiso presentaba una operación añeja en la parte baja del estómago, lo cual podría ayudar a que los familiares lo reconocieran. El Ministerio Público manifestó que el responsable del accidente permanecería algunas horas detenido, hasta saber si los familiares acuden a la Subprocuraduría, en Lerdo, a reconocer el cuerpo del occiso.
Vecinos de la colonia Nogales, en donde ocurrieron los hechos, manifestaron que los accidentes de personas atropelladas son frecuentes debido a la falta de bordos o reductores de velocidad.