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Falso ahorro

Jaque mate

Sergio Sarmiento

“La política se ha hecho tan

cara que se requiere mucho dinero

incluso para ser derrotado”.

Will Rogers

Uno de los argumentos que más utilizaron los legisladores de todos los partidos el año pasado para justificar la nueva Ley electoral, y que fue el tema principal de su campaña de medios para convencer a los mexicanos de las virtudes de la reforma, era que ésta reduciría el gasto electoral. Pero ya el IFE, al pedir un aumento de su presupuesto de mil 453 millones de pesos, ha eliminado toda idea de que la reforma podía generar algún ahorro.

Desde un principio, por supuesto, la reducción del gasto electoral era más bien una ilusión. La mayor parte del supuesto ahorro era producto de que los partidos se estaban apropiando de un tiempo en medios electrónicos que ya tenía el Estado mexicano y que estaban confiscando otro adicional a los propios medios durante los periodos electorales. No había así ningún ahorro real. Los partidos simplemente evitaban el pago de un tiempo aire que de todas formas le estaban arrancando a los medios.

Había también un aparente ahorro en la reducción de los tiempos de campaña. Por lo menos la suma total del gasto electoral disminuía, aunque había también algo de ilusorio en esto. La reforma, de hecho, le dio a los partidos más dinero por día de campaña. Este aumento en sus recursos se multiplicaba por el hecho de que no tenían ya que pagar los tiempos de radio y televisión que, ellos afirmaban, era su principal gasto. El gasto discrecional de los partidos aumentó, así, de manera exponencial como consecuencia de la reforma electoral.

La Ley era de alguna manera ingeniosa aunque perversa. Los partidos lograron aumentar su gasto discrecional de una manera muy importante al tiempo que argumentaban ante los ciudadanos en sus campañas de publicidad que lo estaban recortando. Parecía que los políticos podían en esta ocasión obtener un almuerzo gratis.

Pero esta ilusión ya no se puede mantener viva. El Consejo General del Instituto Federal Electoral realizó ayer una sesión extraordinaria para pedir un aumento a su presupuesto. Los señores del IFE están buscando que se les autoricen mil 453 millones de pesos en gasto adicional solamente para este 2008.

¿Dónde quedó el ahorro que supuestamente debió haber generado la reforma electoral? Si se acepta la exigencia del IFE, el ahorro se habrá perdido completamente. En enero de este año el IFE hizo el sacrificio de recortar su presupuesto en 646 millones de pesos al disminuir su gasto de 8 mil 613 millones a 7 mil 967 millones de pesos (acuerdo CG14/2008 del Consejo General del 28 de enero de 2008). La mayor parte de este ahorro era producto, según el propio IFE, de la nueva legislación electoral. El monto, sin embargo, palidece ahora frente a los mil 453 millones adicionales que el IFE está pidiendo.

¿En qué quieren utilizar este dinero los nuevos directivos del IFE? Nos dicen que necesitan mil 135 millones de pesos para acciones vinculadas con radio y televisión, en particular para producir, distribuir, transmitir y monitorear los tiempos en los medios de los partidos políticos e institucionales. Y tienen también otras necesidades para las que necesitan otros 300 milloncitos.

A nadie debería sorprender el hecho que producir y transmitir mensajes de radio y televisión cueste dinero. Sólo los políticos que diseñaron y aprobaron la nueva Ley electoral pretendieron ignorarlo. Pero hoy todos se dan cuenta de lo que ellos no quisieron ver: que la reforma llevará a los contribuyentes a gastar más.

El presupuesto de los partidos antes de la reforma permitía pagar los tiempos de transmisión de radio y televisión, cosa que hoy el IFE no tendrá que hacer porque éstos les han sido confiscados a los medios, pero además cubrir de manera eficiente los costos de producción. Hoy tendrá que expandirse la pesada burocracia del IFE para realizar trabajos que la Iniciativa Privada hace mejor y a menor costo.

Por lo que hace al monitoreo de medios, éste ya se realizaba con anterioridad. Por eso sabemos, por ejemplo, que en 2006 se transmitieron 280 mil spots electorales de radio y televisión que hoy ningún partido reconoce haber contratado. El monitoreo no puede usarse como excusa para aumentar el gasto electoral de la manera alucinante en que se está haciendo.

Como consecuencia de la reforma electoral, el IFE tendrá que hacerse cargo de funciones que antes hacían los profesionales pero a un costo muchas veces mayor. Quizá los legisladores pudieron haber ofrecido argumentos convincentes para impulsar su reforma. Pero afirmar, como lo hicieron, que la nueva legislación haría más barata la política está ya demostrando ser una gran mentira. El IFE está haciendo que los ciudadanos se den cuenta de algo que los legisladores debieron saber desde un principio: ni en política, ni en ninguna otra actividad, hay almuerzo gratis.

CONDENAR LA REFORMA

El Gobierno del presidente Calderón no quiso enfrentar la responsabilidad de presentar una iniciativa para una reforma energética. Esto, sin embargo, puede condenar la reforma al fracaso. Ya sabemos que el PRD rechazará cualquier iniciativa que provenga del Gobierno. Una reforma energética real sólo pasará, pues, si el PRI vota con el PAN. Pero aunque los legisladores priistas puedan avalar una iniciativa de la Presidencia de la República, será virtualmente imposible convencerlos de respaldar una propuesta presentada por los legisladores panistas debido a que el propio presidente Calderón no tuvo el valor de someterla al Congreso.

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