Desesperados por la falta de agua y cansados por las promesas incumplidas del presidente municipal de Mapimí, Durango, los habitantes de Ceballos tomaron desde el pasado lunes las oficinas de la Junta de Gobierno para exigir una solución al desabasto de agua que padecen desde principios de año.
Concepción Rodríguez, José Ramón Mota, Narciso Cordero, Francisco Arreola, Pedro Ramírez de la Cruz (regidor) y Arnulfo López Meraz, son algunos habitantes de Ceballos que acudieron a El Siglo de Torreón para dar a conocer la situación que impera en esa comunidad rural de unos seis mil habitantes.
Para el abasto de agua potable, Ceballos cuenta sólo con un pozo que tiene una pequeña bomba que no alcanza para cubrir las necesidades de toda la población.
“El pasado mes de marzo, el presidente municipal, Moroni Castañeda, se comprometió con el pueblo a perforar un nuevo pozo y terminar con el desabasto, pero fue una promesa incumplida hasta el momento y el responsable de la Junta Municipal, Cresencio Michel, no sabe nada de la problemática del pueblo, está ahí porque lo puso Moroni”, dice molesto uno de los quejosos.
Luego de enterarse de la toma de la Junta de Gobierno, el alcalde acudió el lunes con los manifestantes y les dijo que para el jueves quedará solucionado el problema, pero ya no creen y por eso continuarán en su movimiento hasta tener una solución total.
Adelantan que están dispuestos a realizar una marcha por la carretera federal, para llamar la atención del gobernador Ismael Hernández Deras, quien quizás no esté enterado de lo que ocurre en Ceballos, dicen los quejosos.