Con cuatro encuentros de preparación antes del inicio del preolímpico, 12 de marzo, se ha desarrollado una gran inquietud entre los seleccionados nacionales: La falta de gol.
Sergio Ávila lo dice directo, sin ponerle mucho enredo a un fenómeno que no es propio del Tri Sub 23.
“Está faltando contundencia”. El atacante de las Chivas marcó —con un desvió de la zaga— uno de los goles con los que México derrotó a Chile en Toluca. Y sin embargo, sabe que necesitan concretar un mayor número de las oportunidades que generan al ataque.
“No nos engañemos —pide Ávila—, tenemos muchas cosas que mejorar para que después tengamos un buen desempeño”. Lo más importante, añade el atacante: “no nos podemos perdonar el no intentar las cosas y mostrar ambición para anotar”.
A Ávila le acompañan Enrique Esqueda y Omar Arellano. Estos tres acumularon pocos minutos, pero una buena cantidad de llegadas sobre la meta de los andinos. Para destacar, además del gol de Ávila, un disparo al poste y un gol invalidado a Esqueda, todo corazón en el ataque.
“La verdad es que quería mostrarme, por ahí tuve una ocasión que estrellé en el travesaño y una donde me anularon un gol”, explica el propio Enrique seguro de que “conforme pasen los próximos partidos vamos a dar goles, que es lo que nos piden a nosotros los delanteros. Esperemos que ante Ecuador se den las anotaciones”.
La variedad en estilos entre los atacantes que eligió Hugo Sánchez, técnico del Tri, para el torneo clasificatorio a Beijing hace de la lucha por un puesto algo entretenido. En la práctica se ve el caracoleo de Ávila, la velocidad de César Villaluz y pablo Barrera, la técnica de Édgar Andrade y Arellano, además del empuje de Esqueda, Luis Ángel Landín y Santiago Fernández. Todos luchan por lo suyo —un puesto en el once titular— y por lo de México —el boleto a Beijing—.
“Existe una competencia fuerte, pero sana”, agrega Esqueda, quien no promete goleada ante Ecuador, pero sí mejoría en conjunto o lo que es igual: contundencia.
