Alicia y José Ortega, cuando festejaron sus bodas de oro en Torreón, en agosto de 2005.
La familia asesinada por un hombre disfrazado de Santa Claus en Los Ángeles tenía raíces en Torreón, pues los dueños de la casa donde ocurrió la matanza era un matrimonio originario de la ciudad, suegros del asesino, Bruce Jeffrey Pardo.
Alicia Sotomayor de 70 años y su esposo, José Ortega de 80, daban una fiesta de Navidad el miércoles 24 en la noche con sus hijos, nietos y amigos en su casa de Covina, un suburbio de Los Ángeles. A las 11:30 pm, vestido como Santa Claus, llegó Pardo, quien recientemente se había divorciado de Silvia Ortega, una de las hijas del matrimonio.
Pardo disparó contra los asistentes a la cena y luego prendió fuego a la casa. Nueve personas, incluyendo a José, Alicia y Silvia, murieron en el hecho que conmocionó a Estados Unidos.
Pardo escapó severamente quemado y fue hallado muerto en casa de su hermano, donde se dio un tiro en la cabeza. La Policía encontró 17 mil dólares y un boleto de avión a Canadá.
Familiares de la pareja dijeron que José y Alicia se casaron hace 53 años en Torreón y emigraron a Estados Unidos. Tenían un taller de pintura, pero ya estaban retirados.
La última vez que el matrimonio visitó Torreón fue en agosto de 2005, para celebrar sus bodas de oro,junto a sus hijos, Jaime, Carlos, Alicia, Silvia y Leticia. Las familias de ambos residen aún en La Laguna.
El jueves, autoridades ubicaron a ocho víctimas, pero ayer fue encontrado otro cuerpo en los restos de la casa. Las demás víctimas no han sido identificadas, pero se supo que otro hijo de José y Alicia también murió.
Pardo, descrito como un hombre violento, y Silvia Ortega, se casaron en 2006 y finalizaron su divorcio hace dos semanas. Pardo había perdido su empleo hace seis meses.
Al llegar a casa de sus suegros, Pardo llevaba cuatro pistolas, cada una con capacidad de 13 tiros. La Policía dijo que disparó la primer arma de manera indiscriminada y usó las otras para disparos más certeros.
Los familiares residentes en Torreón comentaron que los Ortega se mantenían en contacto y visitaban de vez en cuando la región. Varios familiares del matrimonio viajaron ayer a Los Ángeles para los funerales.
