(Tercera parte)
Continuación...
Pues fíjate que en la mueblería cada año cambiamos de alfombra, compran de la mejor calidad, y como son alfombras donde se exhiben los muebles, casi no tienen desgaste y queda nueva, te la podemos vender muy barata.
Así que inmediatamente hicieron una cita para ir a ver los colores, y esa misma tarde empezaron a alfombrar su casa, de pared a pared, como ellos querían y a un precio verdaderamente ridículo.
Es decir, si ellos no hubieran puesto la idea de que querían alfombrar, posiblemente cuando se las ofrecieron no la hubieran aceptado inmediatamente y la oportunidad se les habría escapado.
Así que, haga una lista de las cosas que ahora piensa que le gustaría hacer este año.
“Analiza tus gastos y separa los necesarios de los lujos y caprichos”. Aquí es donde verdaderamente debemos aprender a ser buenos administradores personales, y darle las prioridades a nuestras necesidades en el hogar y comprar sólo aquello que verdaderamente necesitamos y podemos pagar al contado.
Una escena muy común en los supermercados americanos, es ver a la pareja empujando su carrito y a ella con una lista de compras en la mano y a él con la calculadora sumando cada artículo que le echan al carrito y no compran más de lo que viene anotado en la lista.
Pero cuando observamos a una pareja de mexicanos en los supermercados aquí en México, cada pasillo que van transitando, todo lo que se les va antojando o está en oferta, lo van echando y echando y cuando llegan a la caja y la señorita les empiezan a marcar y la compradora se da cuenta que el dinero no le alcanza, sólo dice: “Quíteme algunas cosas, pues me falta dinero”. Así que la cajera rebaja lo primero que tiene a la mano, hasta que llega a la cantidad que sí puede pagar, y posiblemente lo que no pone en el carrito es lo que “verdaderamente” necesitamos y nos llevamos sólo los “caprichos”.
Ahora le quiero decir una cosa, se trata de que estemos haciendo nuestra fortuna, pero cuando ya la tenemos, entonces sí, vamos a darnos todos los caprichos y gustos que se nos antoje, pues para eso es el dinero, porque si usted no se da los gustos que quiere, “otros” sí se los darán.
Leía por ahí en Internet un parrafito, muy a propósito de este concepto, que decía así: “Si usted puede pagarse primera clase, páguesela, porque si no, otros sí se la pagarán”. Desgraciadamente nosotros nos damos los caprichos antes de poder pagárnoslos, con el cuento de que es a crédito, del “todo con el poder de su firma”, “viaje ahora y pague después”, y así empezamos a hipotecar nuestro futuro y cuando se nos vienen las rachas malas y los compromisos se echan encima, empezamos a caer en un estado de presión mental, muy fuerte y luego luego se nos desequilibran todos los demás niveles. Así que mucho cuidado con ese detalle.
“Adquiere tu casa en propiedad”. Éste es otro consejo que le sugiero tome muy en cuenta. Conozco personas que por años y años, viven en casa de renta, y la pagan una y otra vez y la casa nunca llega a ser de ellos y lo más terrible es que de pronto esa calle se empieza a convertir en una zona comercial y al propietario ya no le conviene rentarla como residencia y pide que se la desocupen, y a buscar otra, que ahora será lejos, más incómoda, ya no se ajustará a sus necesidades, pero sobretodo más cara.
Así que haga el esfuerzo, cómprese un terrenito, no importa dónde esté ubicado y empiece a construir, sólo que asesórese de un buen constructor para que todo quede dentro de un plano de construcción adecuado y funcional.
Recuerde que la fábrica que hizo los terrenos ya se quemó, que ya no hay quién los fabrique y por lo tanto, cada día habrá más y más gente que deseará un terreno donde construir, así que aproveche ahora que todavía hay.
Además, cuando usted tiene un bien raíz, tiene más facilidad para solicitar un financiamiento, tanto para hacerle mejoras a su casa, como para invertirlo en un negocio, cosa que no sucede cuando usted vive en casa rentada.
Tercer Factor de la Riqueza. C). “Que tu dinero se multiplique a sí mismo”. No se trata de ahorrar y ahorrar nada más, sino que ese dinero debe estar inteligentemente invertido para que con el tiempo, ese dinero produzca más dinero.
Hay algunas personas que se enferman de “dineritis” y todo lo que hacen es guardar y guardar dinero, bienes, joyas, monedas, y no compran buena ropa, no tienen buen automóvil, la casa la tienen toda abandonada, no viajan, no van a buenos restaurantes, no participan en la sociedad, porque tienen miedo quedarse sin dinero y quedarse pobres, pero, ¿Cómo están viviendo? Como miserables, como avaros, y lo más triste es que cuando mueran, sus herederos inmediatamente empezarán a derrochar, a adquirir todo aquello que el dueño del dinero, el que trabajó para acumularlo, nunca quiso o no supo disfrutarlo.
Que esto no le vaya a pasar a usted, o si ya está pasando, vea cuál es la razón psicológica que lo está manejando de esa manera.
El dinero es para disfrutarse, es un medio, no un fin, una energía para adquirir cosas que nos hagan la vida más amable y digna de ser vivida. Continuará...
Cruzada de valores con las conferencias “Actitud de Clase Mundial”, “Juventud, Amor y Sexo”, “Hombres Difíciles, Mujeres Complicadas” e “Hijos Huérfanos de Padres Vivos”, llévelas a su comunidad o empresa, comparta conmigo sus casos. Los espero en nuestra dirección electrónica que ponemos a sus órdenes con Germán de la Cruz Carrizales (pmgerr@hotmail.com) (pmgerr@live.com) o en el teléfono 717-63-76. La siguiente semana veremos la cuarta parte de “El Círculo de la Abundancia” de la serie y próximo libro “Despertar... es”. Gracias por su atención.
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”.
