(Quinta parte)
Continuación...
Hay un dicho que viene muy bien al caso que estamos tratando: “El que nunca tiene y llega a tener, loco se quiere volver”.
Cuidado con esta situación, pues si hemos estado siguiendo todo el proceso de la riqueza, es decir, si nos hemos privado de cosas, hemos ahorrado de nuestros ingresos, hemos sabido intervenir adecuadamente, sería muy triste que todo esto se lo vinieran a llevar gentes extrañas que no han hecho ningún esfuerzo por ellos mismos.
“Mide los riesgos en las inversiones, asesórate por expertos en negocios”. Recuerde que aún no hemos sido condicionados para la riqueza, así que procure pedir consejo, oír los puntos de vista que pudieran aportarle otras personas con más experiencia, o con más conocimiento, cuando usted decida hacer ciertas inversiones, pues es casi imposible que uno tenga todos los conocimientos o información, ya que siempre habrá alguien con más capacidad o más habilidad que nosotros para hacer ciertas cosas, así que abra bien sus ojos, sus oídos, sus sentidos psíquicos y aprovéchelos.
Existen profesionales en casi todas las áreas del saber, sepa dónde buscarlos, aprenda a consultarlos, recuerde que dos cabezas piensan más que una.
Por otra parte, como ellos no están involucrados en forma emocional en nuestra situación, ven las cosas con objetividad, con más tranquilidad, por lo tanto su decisión es más científica y meditada, y si nosotros verdaderamente sentimos esa humildad para oír el consejo, creo que habremos de sacarle mucho provecho.
Hace muchos años, me tocó vivir de cerca una experiencia, que creo que avala o aclara mucho, todo esto que hemos mencionado.
Cuando se vendió la paraestatal Fertimex y fue comprada por el grupo Peñoles, algunos tuvimos que presentar nuestra renuncia, entonces me independicé, poniendo mi oficina de consultaría de procesos y asesorías. Así empecé a vender mis servicios al comercio y a la industria de la Comarca Lagunera en principio, después a otras partes del país.
Entre las empresas que visitaba, había un hombre de empresa que estaba por instalar un negocio adicional para su expansión y decidí entrevistarme con él para ofrecerle mis servicios, pensando en que estaba creciendo demasiado y sabía que no tenía la estructura adecuada a dicho crecimiento.
Después de varios fallidos intentos porque me recibiera, al fin se dignó a oírme, pero lo hizo a bordo de su automóvil, ni siquiera me pasó a su oficina.
Luego de explicarle la razón de mi insistencia de hablar con él, me dijo en una forma agresiva: ¿Cuánto dinero tiene usted, Ing. de la Cruz? Dijo mirándome retadoramente. –No, pues no tengo dinero-. Le contesté un tanto confundido.
Pues el día que tenga usted el dinero que yo tengo, entonces me viene a decir cómo se hace el dinero. –Terminó la entrevista bruscamente.
Este hombre no quiso oír ningún consejo, se lanzó en su aventura, la cual no duró ni dos años, pronto su negocio se vino abajo, tuvo que cerrarlo, y la situación económica se le puso tan difícil, que tuvo que huir de la Comarca Lagunera.
Así que, cuidado con sus inversiones, pues siempre habrá muchos detalles qué cuidar, antes de lanzarlos a una nueva aventura empresarial, pues cada vez son más los requisitos legales que debemos cumplir y observar de una forma estricta y adecuada.
“Cuida los préstamos a parientes y amigos”. Éste es otro concepto que debemos cuidar mucho, para que nuestro nivel económico no decaiga, sino que se pueda seguir incrementando.
Cuando sus amigos o parientes se dan cuenta que usted tiene recursos económicos más que suficientes, van a venir no a pedirle, sino a EXIGIRLE, que usted les resuelva sus problemas de dinero.
-Ándale cuñado, tú que tienes dinero en el banco, préstame para pagar la reparación del auto-.
¿Y qué pasa si usted no les presta? ¡Se enojan! Pero también ¿qué pasa si les prestamos, no nos pagan, y luego les cobramos? ¡También se enojan! ¿O no es cierto?
Así que si de todos modos se van a enojar y vamos a perder su amistad o su parentesco, lo mejor es no prestarles.
Porque la otra situación es que si usted presta a alguno de ellos, luego luego se corre la voz, y se van a venir en fila, y si usted le quiere poner un remedio, no se lo van a permitir, pues luego le van a echar en cara: “Cómo a fulano sí le prestaste, y él no lo necesitaba tanto como yo”. –Pero es que presto y nunca me pagan- tratará usted de justificar su decisión.
-Pues otros no te habrán pagado, pero yo, ¿Cuándo te he quedado a deber?-. ¡Tal vez porque a ti aún no te presto! –Pues hazlo, para que veas que yo sí te pago-.
Y nos dejamos convencer, soltamos el dinero y jamás lo volvemos a ver. Así que cuando usted verdaderamente hace el esfuerzo y no se deja convencer, y no presta, también de esto se corre la voz.
No vayas con él, es muy agarrado (o tacaño). –No le da agua ni al gallo de la pasión-. Y usted se quita muchos problemas de encima. No quiere decir esto, que si usted puede (o quiere) ayudar a alguien, no lo haga, pero no como un préstamo, sino como una labor social.
Le voy a dar un consejo, que si lo aplica adecuadamente, le va a granjear muchas simpatías y al mismo tiempo le va a evitar hacer muchos corajes que a no dudarlo también le conservarán en equilibrio su nivel físico. Continuará...
Ante esta ola de violencia e inseguridad en México, únase a la cruzada de valores con las conferencias “Actitud de Clase Mundial”, “Juventud, Amor y Sexo”, “Hombres Difíciles, “Mujeres Complicadas” e “Hijos Huérfanos de Padres Vivos”, llévelas a su comunidad o empresa, comparta conmigo sus casos. Los espero en nuestra dirección electrónica que ponemos a sus órdenes con Germán de la Cruz Carrizales (pmgerr@hotmail.com) (pmgerr@live.com) o en el teléfono 717-63-76. La siguiente semana veremos la sexta parte de “El Círculo de la Abundancia” de la serie y próximo libro “Despertar... es”. Gracias por su atención.
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”.