(Octava parte)
Continuación...
Lo que usted les dio a sus hijos, ellos no tienen por qué pagárselo (hay gentes que lo mencionan toda la vida), ellos pagarán a través de sus propios hijos, nuestros nietos serán nuestros cobradores.
Esto no quiere decir, que si usted puede y quiere ayudar a sus padres, no lo haga, pero hágalo como una satisfacción y no como una obligación.
Conozco varios casos de señoritas que no se han podido casar, porque ellas “tienen que mantener” a su padre o a su madre y se quedan solteronas porque no hay quien quiera cargar con la responsabilidad de toda la familia.
“Establece un fideicomiso, bonos, acciones o negocios, prevé para el futuro que ahí pasarás el resto de tu vida”. Ahora que estamos en una época en que podemos producir, que tenemos nuestros propios ingresos, vamos a establecer un plan para ir acumulando recursos económicos para no tener que depender de lo que nos quieran dar nuestros hijos, o parientes cuando ya no tengamos la energía ni la capacidad de valernos por nosotros mismos.
Esto es muy importante que podamos comprenderlo y actuar en consecuencia, pues aun cuando todavía falta mucho para llegar a esa edad avanzada, el tiempo va pasando inexorablemente y cuando menos lo pensemos ya será demasiado tarde.
Me comentaba un discípulo acerca de su señora suegra, una persona ya bastante avanzada de edad, que tiene tres hijas y él dice que a veces, son las cuatro o cinco de la mañana, están dormidos cuando oyen que tocan a su puerta de una manera muy imperiosa, se levantan todavía medio dormidos, abren la puerta para ver quién llama de esa manera, y ahí está la viejita recargada, todavía medio dormida.
¡Ay mamá! –Dice un tanto compungida la hija-. Pásele, venga a acostarse. Y ahí la tiene tres o cuatro días, hasta que no aguantan sus necedades, y cierta noche esperan a que se duerma, la suben al auto con mucho cuidado, van con otra de sus hijas, se le recargan en la puerta, le tocan fuertemente y huyen rápido, y así anda la pobre viejecita, de casa en casa, porque en ningún lado la aguantan, pero me pregunto: ¿Qué pasaría si ella tuviera algunas decenas de millones de pesos en el banco? ¿O varias propiedades, negocios, etc.?
Le aseguro que todas las hijas le estarían rogando para que viviera con ellas, ¿o no es cierto?
El beneficio de poner el dinero bajo un contrato de fideicomiso, es que como queda establecido ante la institución la forma en cómo se habrá de distribuir el interés que genera el capital, no permite que, en un momento dado, algún pariente poco escrupuloso, pudiera declararnos incompetentes mentales y refundirnos en un manicomio y quedarse, mediante argucias legales, con nuestra fortuna.
“Que el hombre joven trabaje para el hombre viejo”. Esto quiere decir, que ahora que todavía está joven, que aún está produciendo sus propios ingresos, fíjese una meta personal y como si fuera una deuda de honor, como si debiera realmente ese dinero, comience a “pagarle al viejo” lo que usted considere que sea suficiente para no tener que sufrir ninguna privación.
Sus hijos y sus parientes se lo agradecerán infinitamente, pues usted dejará de ser una carga económica para ellos.
Piénselo detenidamente, pues desgraciadamente cuando estamos jóvenes, creemos que siempre habremos de estarlo y ni cuenta nos damos que el tiempo pasa inexorablemente.
Séptimo Factor del Círculo de la Abundancia. G). “Aumenta tu capacidad para obtener mejores ingresos”. Hay muchísima gente que está esperando que aumente el salario mínimo, que alguien a muchos kilómetros de distancia, decida cuánto debe ganar.
Y toda su esperanza para poder ganar más dinero que es la ley diga lo que el patrón debe de pagarle.
En el curso hacemos la siguiente conjetura: Si gano $10 pesos la hora y trabajo ocho, ¿Cuánto ganaré al día? Ochenta pesos me responden.
Y si quiero ganar $100 pesos, ¿Qué necesito? Pues trabajar diez horas por $10 pesos igual a $100 pesos.
¿Y eso será tener “mejores ingresos”? ¡No!, eso es tener “más” ingresos.
Que no será mejor, trabajar una hora y ganar $600 pesos. ¿Y que no sería todavía mejor, no trabajar nada y ganar $1,000 pesos?
Y aquí todos hacen una exclamación de incredulidad, pues no se imaginan cómo puede ser eso, y entonces le hago el siguiente interrogatorio: ¿Cuántos años hace que se murió José Alfredo Jiménez?, ¿Pedro Infante?, ¿Mario Moreno “Cantinflas”?
¿Y saben cuánto “ganan” ellos a pesar de los años que tienen que ya no existen?
¿Pero qué se necesita para lograr esto?
“Estudia, capacítate, actualízate en tu especialidad”. La única forma que hay para lograr “ganar” el dinero que quieras, es estudiando, capacitándote, especializándote en aquello para lo que tengamos habilidad, capacidad, o bien, que “nos guste” hacer.
Recuerde lo que comentamos cuando empezamos a analizar la fórmula de la riqueza, en el factor MT (más trabajo) que dijimos que íbamos a trabajar 30 ó 60 minutos más en aquello que nos gustara, pero que íbamos a cobrar por ese “don”, pues ahora lo complementaremos con este nuevo punto de vista.
Vamos a estudiar, a prepararnos, a aceptar que esa habilidad nos fue dada para nuestro beneficio.
Continuará...
Ante esta ola de violencia e inseguridad en México, únase a la Cruzada de valores con las conferencias “Actitud de Clase Mundial”, “Juventud, Amor y Sexo”, “Hombres Difíciles, Mujeres Complicadas” e “Hijos Huérfanos de Padres Vivos”, llévelas a su comunidad o empresa, comparta conmigo sus casos. Los espero en nuestra dirección electrónica que ponemos a sus órdenes con Germán de la Cruz Carrizales (pmgerr@hotmail.com) (pmgerr@live.com) O en el teléfono 717-63-76. La siguiente semana veremos la novena parte de “El Círculo de la Abundancia” de la serie y próximo libro “Despertar... es”. Gracias por su atención.
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”.
