(Décima primera parte)
Continuación...
Una experiencia obtenida a través de uno de tantos participantes en mis cursos y seminarios, tal vez pueda aclarar el concepto anterior.
Una mañana, casi al momento de llegar a la oficina, sonó el teléfono, y contesté personalmente, pues aún no llegaba nadie a la oficina, la persona se identificó y me hizo el siguiente comentario: “Ing. Germán de la Cruz, le estoy hablando de larga distancia, sólo para darle las gracias, –dijo en un tono emocionado-.
Pues gracias a usted por llamar y hacerme partícipe de su emoción, -le contesté en tono amistoso-.
-Fíjese Ing. de la Cruz, he estado dos veces en su curso, y en la última ocasión, lo grabé totalmente, y desde entonces lo he escuchado otras cuatro veces más, pero yo no había comprendido dónde estaba el mensaje que resolvía mi situación. Anoche, al estar de nuevo escuchando su voz, usted dijo una frase, un concepto, que cuando lo oí, devolví la cinta, lo volví a oír, y mire Ing. de la Cruz, sentí como un golpe, que de pronto vi la luz y comprendí totalmente mi problema- terminó confesando su hallazgo.
Pues gracias a Dios –le contesté sin saber qué decir-. Pero ¿por qué no lo había visto, si está ahora tan claro, cómo es posible que yo no lo comprendiera? Preguntaba lleno de emoción.
Pues la realidad es que cuando tenemos la mente cerrada, podemos estar ante la solución y nuestro ego no nos permite verlo, pero ahora usted va a comprender eso y muchas cosas más. –Le aseguré-.
Eso mismo le puede pasar a usted, con la lectura de estas páginas que tal vez el mensaje ya lo había pasado varias veces pero éste no era para usted.
Otra recomendación que le hago, es que la lectura la haga acompañado de su cónyuge (si es que está usted casado o casada) o bien de sus padres o hermanos, que vivan en el mismo hogar, pero que sea con toda la serenidad posible, lean una página o un tema (si tiene la versión de CD’s escúchelo, ponga pausa), luego discútalo, tratando de encontrar la similitud en la vida de ustedes.
Definitivamente esta experiencia les ayudará a encontrar la forma de abordar ciertos temas que tal vez de otra manera usted no se atrevería, porque los canales de comunicación conyugal se encuentran tan averiados, que sólo se dirigen la palabra para reprocharse, insultarse u ofenderse pero no para aclarar las cosas y esa armonía del hogar cada vez se hace más imposible.
Me comentaba un alto ejecutivo de una empresa que para poder tener relaciones sexuales con su esposa en la noche, tenía que hacer lo que los gallos con las gallinas, empezar a cortejarla desde la mañana, y cuando llegaba la noche, ella empezaba a poner una serie de reglas; que no hiciera calor en la recámara, que no hiciera frío, que la luz estuviera apagada, que no entrara la luz de la luna, que los gatos no maullaran en los alrededores de la casa, que los niños ya estuvieran dormidos y cuando ya se habían cubierto todas esas reglas, se le ocurría otra más sutil: “Que en ese momento ella no se acordara de algún reproche que hacerle”, porque, ahí acababa el romance.
Es decir, algunos matrimonios, ni el momento más íntimo de su vida conyugal tienen la comunicación que pudiera limar asperezas, aclarar situaciones y sobre todo perdonar las fallas de su consorte.
“Frases filosóficas de apoyo”. Con el fin de encontrar aún más armonía en su vida, le comentó algunas frases o conceptos, que si usted verdaderamente las analiza, las comprende y sobre todo, las aplica en su vida, creo que habrá encontrado el verdadero camino hacia el éxito y la felicidad.
Le voy a pedir que trate de memorizarlas, escribirlas en un cartoncito, péguelo en donde pueda estarlo viendo todo el día, repítala, hasta que ya la pueda mencionar completamente de memoria, y procure vivirla, experimentarla y ejemplificarla con algún pasaje de su vida, o de sus conocidos.
Ésa es la forma como yo he podido comprender muchas cosas en mi vida y creo que ahora me hacen ser más consciente, lo que me permite verdaderamente comprender la misión de mi existencia.
“Cada día, en todos sentidos, tengo más seguridad en mí mismo”. Cada día, cada momento, en cada decisión de nuestra vida debemos sentir la seguridad de nuestras acciones, la firmeza de nuestro carácter, que no haya nada que pudiera hacernos sentir débiles ni pusilánimes.
Debemos convencernos cada día, que somos unos triunfadores, que por el simple hecho de tener el privilegio de estar en la fiesta de la vida lo somos, que ahora verdaderamente, tenemos conciencia propia, que ya no estamos dependiendo de “espejos” ni de “ideales”, sino que toda nuestra acción está dirigida y manejada por nuestro “verdadero yo”.
Si decide la compra de algo superficial, como alguna prenda de vestir, tome su decisión y ya, no titubee, no se castigue pensando en que “tal vez” no hizo la compra adecuada, así como si su decisión es sobre algo más trascendental, pues de ahora en adelante usted deberá actuar con toda propiedad.
Si algo no sale a su conveniencia, si comete alguna falla, no se angustie, véalo como una experiencia, aproveche ese conocimiento y aplíquelo en acciones posteriores. Continuará...
Ante esta ola de violencia e inseguridad en México, únase a la Cruzada de valores con las conferencias “Actitud de Clase Mundial”, “Juventud, Amor y Sexo”, “Hombres Difíciles, Mujeres Complicadas” e “Hijos Huérfanos de Padres Vivos”, llévelas a su comunidad o empresa, comparta conmigo sus casos. Los espero en nuestra dirección electrónica que ponemos a sus órdenes con Germán de la Cruz Carrizales (pmgerr@hotmail.com) (pmgerr@live.com), en el www.blogsiglo.com familia.blogsiglo.com, o en el teléfono 717-63-76. La siguiente semana veremos la décimo segunda parte de “El Círculo de la Abundancia” de la serie y próximo libro “Despertar... es”. Gracias por su atención.
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”.
