(Décima tercera parte)
Continuación...
Luego que se nos quitaba un poco el miedo, pedíamos que nos empujaran a más velocidad, hasta que en cierto momento movíamos los pedales con tanta fuerza y velocidad, que la persona que nos estaba ayudando no nos daba alcance y pronto lo dejábamos muy atrás, pero nosotros no nos dábamos cuenta que ya no teníamos el apoyo, hasta que en cierto momento volteábamos a ver si aún venían tras nosotros y al ver que lo hacíamos sin ninguna ayuda, en ese momento la bicicleta se ladeaba y caíamos aparatosamente al suelo. ¿Se acuerda usted de esa experiencia?
Sin embargo volvíamos a intentarlo una y otra vez y ahora eran cada vez menos las caídas, hasta que adquirimos una total confianza en nosotros mismos, que ya podíamos manejar aquel mueble, aún sin tomar los manubrios, pues ahora la confianza es reflejada en cada momento, porque ahora ya “sabemos” que sabemos andar en bicicleta.
Esta escena está en la película “Así en la Tierra Como en el Cielo” de Kay Pollak en donde Daniel Daréus un exitoso y reconocido director musical que de pronto decide interrumpir su carrera y regresar a su pueblo natal Norrland, al Norte de Suecia. Estando ahí, le piden que vaya a escuchar el coro de la iglesia que practica todos los jueves en la parroquia, desde entonces ya nada vuelve a ser igual en el pueblo pues se empieza a desarrollar y a crecer. Gracias a éste, Daniel comienza a hacer amigos pero también enemigos. Daréus le debe también a este coro maravilloso el haber encontrado el amor... lo mismo que le pasa a muchas de las personas que toman el curso taller de “Actitud de Clase Mundial”, se lo recomiendo ampliamente, sé que encontrará cosas que le ayudarán en lo que usted está pasando ahora.
Así como en esta película que le recomiendo, esto es lo mismo que puede pasar en los demás casos de la vida, que cuado verdaderamente creamos en nosotros mismos, tengamos la confianza en todos nuestros actos, experimentemos cada acción con mente abierta, procurando encontrar las respuestas adecuadas, pronto, así como sucedió en la película “Así en la Tierra Como en el Cielo” y como fue el proceso para aprender a andar en bicicleta, tendremos todo el control de la acción.
Procure hablar fuerte, con seguridad, con convencimiento, para que logre el respeto de los que lo rodean y además, cuando usted empiece a sentir los resultados, su mente se irá condicionando más al éxito y ya no aceptará los fracasos ni las migajas que a veces es todo lo que hemos tomado de la vida.
Es como cuando usted vive en una casa que tiene línea telefónica con Internet, cuando por alguna razón y debido al crecimiento de las ciudades hoy día, usted se cambia a un fraccionamiento o colonia nuevos y en donde aún no hay el servicio, usted ya no está a gusto, ya no podemos prescindir del servicio, por lo que inmediatamente corremos todos los trámites para que nos instalen un aparato al menos una compañía inalámbrica, ¿no es cierto?
En cambio, si nunca hemos disfrutado de esa comodidad, ni la sentimos, ni la extrañamos como es el caso del servicio de Internet, por lo que se nos hace tan natural ir a un café, un lugar con este servicio o en la escuela, que nunca hacemos el menor intento de adquirir el servicio para la casa. ¿No le pasa hoy esto, con los teléfonos celulares? Hace unos años no los necesitábamos, pero ahora ¿cómo se siente cuando se le olvida, o se le pierde este aparato que se ha vuelto ya una necesidad? ¿A cuántas personas conoce usted así?
Empiece a vivir esta frase; en las actividades que tenga que realizar este día, hágalas pensando en el éxito, en la abundancia, con la seguridad total que todo le va a salir bien, verá usted que pronto todas las cosas se irán acomodando para que esto sea una realidad.
Cualquiera que sea su actividad laboral, cuando visite a un cliente, hágalo de ahora en adelante con una actitud diferente, piense y convénzase que es usted el que va a darle el servicio que su cliente requiere, porque lo necesita aunque él no se dé cuenta, piense, sienta, respire, transpire una “Actitud de Clase Mundial” como un digno lagunero (Comarca Lagunera, o en la región del país en la cual habite actualmente), hagamos la diferencia, pongamos el ejemplo al resto de esta gran nación, México.
Esta actitud, esta seguridad en usted mismo, hará que lo respeten, le den su lugar y la respuesta a sus servicios serán más rápidas y productivas. Pruébelo y verá los resultados.
“Yo soy quien marca mi camino. Ahora creo que tengo un fin determinado en esta vida, que soy importante, pues si así no fuera ya no estaría aquí, la inteligencia universal (Dios) es infinitamente sabia, por eso me hizo exactamente como soy”. Ojalá que esta frase o concepto, lo pudiéramos comprender en toda su magnitud, pues si verdaderamente nos hemos encontrado a nosotros mismos, ahora seremos únicamente nosotros quienes decidamos con toda conciencia cuál deberá ser nuestro camino.
Hace tiempo veía una película muy antigua, que tenía por titulo en español “El Séptimo Velo” y se trataba de un caso psicológico, donde la paciente se comportaba de una manera muy extraña y el esposo la llevaba con un psicólogo para que a través de hipnosis la ayudara y ver si era posible llegar a la raíz del trauma. Continuará...
Ante esta ola de violencia e inseguridad en México, únase a la Cruzada de valores con las conferencias “Actitud de Clase Mundial”, “Juventud, Amor y Sexo”, “Hombres Difíciles, Mujeres Complicadas” e “Hijos Huérfanos de Padres Vivos”, llévelas a su comunidad o empresa, comparta conmigo sus casos. Los espero en nuestra dirección electrónica que ponemos a sus órdenes con Germán de la Cruz Carrizales (pmgerr@hotmail.com) (pmgerr@live.com), en el www.blogsiglo.com familia.blogsiglo.com, o en el teléfono 717-63-76. La siguiente semana veremos nuestra identidad y la Virgen de Guadalupe. Gracias por su atención.
“QUIEN NO VIVE PARA SERVIR, NO SIRVE PARA VIVIR”.
