Un gran cartel se colocó ayer en la sede de la alcaldía de Bogotá, Colombia, dando la bienvenida a la libertad a la ex candidata a la vicepresidencia Clara Rojas, su hijo Emmanuel -nacido en cautiverio-, y la ex congresista Consuelo González de Perdomo, tras ser liberadas por las FARC. (EFE)
Considera Colombia ‘inadmisible’ la solicitud del presidente venezolano.
Caracas, Venezuela.- El presidente venezolano, Hugo Chávez, pidió ayer a los gobiernos del continente Americano y del mundo que reconozcan a las FARC y al ELN como grupos insurgentes y los saquen de la lista de grupos terroristas.
Consideró que la presencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en la lista de grupos terroristas obedece a “la presión de Estados Unidos”.
El mandatario dijo estar dispuesto a retomar el diálogo con su par colombiano, Álvaro Uribe, para tratar de impulsar un proceso de paz en ese país, después de que las relaciones bilaterales se hundieran en su peor crisis reciente cuando Bogotá retiró en noviembre a Chávez del proceso de negociación con las FARC.
“Señor presidente de Colombia, quisiera retomar con usted el diálogo, pero en un nuevo nivel. Le pido que comencemos reconociendo a las FARC y al ELN como Fuerzas insurgentes de Colombia y no como grupos terroristas y así lo pido a los gobiernos de este continente y el mundo”, dijo Chávez.
Por su parte, el Gobierno colombiano rechazó el pedido del presidente venezolano, Hugo Chávez, a la comunidad internacional de que retire de la lista de grupos terroristas a las guerrillas de las FARC y del ELN y consideró “inadmisible” dicha propuesta.
El ministro del Interior, Carlos Holguín, calificó como “actitud insólita y desproporcionada” la petición de Chávez y agregó: “no podemos admitirlo” en declaraciones a Caracol Radio.
Las FARC con unos 17 mil combatientes, y el ELN con unos 5 mil, activos desde hace más de 40 años, están incluidos en las listas internacionales de grupos terroristas.
Para Holguín, “la condición de terroristas” de esos grupos se da no por lo que dicen sino “por los hechos que cometen”.
José Obdulio Gaviria, principal asesor del presidente colombiano, Álvaro Uribe, calificó a esos grupos como “organizaciones que ejercen la violencia contra un Gobierno democrático” y contra el pueblo colombiano.
Por su parte, la ex ministra de Defensa y actual congresista Marta Lucía Ramírez afirmó que el Gobierno venezolano “está destapando su doble discurso” y calificó las declaraciones de Chávez como una “intromisión abusiva” en el conflicto colombiano.
EN PODER DE LAS FARC
Tras la liberación de Clara Rojas y de Consuelo González de Perdomo este jueves, quedan todavía en manos de las FARC unos 700 secuestrados, de los cuales 44 son considerados por la guerrilla como “canjeables” para un posible acuerdo humanitario.
El Gobierno colombiano habla indistintamente de “más de 700”, de acuerdo con el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, o de 750 secuestrados por las FARC que “en los últimos diez años no han regresado a sus hogares”, según el presidente Álvaro Uribe.
Otros medios de prensa, como el diario El Tiempo, precisan que además de los 44 “canjeables”, cuyos nombres fueron detallados la noche del jueves por Uribe en una alocución con motivo de la liberación de las dos rehenes, en los que se incluye un capitán de la Policía secuestrado el pasado 4 de junio, otras 730 familias esperan noticias de sus familiares secuestrados por razones extorsivas.
Los secuestrados “canjeables” incluyen a 19 policías y 14 militares, así como a ocho políticos y a tres norteamericanos, que serían objeto del intercambio por unos 500 presos de la guerrilla.
Dos de los militares, el cabo primero Pablo Emilio Moncayo y el cabo segundo Libio José Martínez, cumplieron el pasado 20 de diciembre diez años en cautividad.
Entre los ocho políticos rehenes de la guerrilla se encuentra Ingrid Betancourt, también de nacionalidad francesa y ex candidata a la Presidencia, secuestrada junto a Clara Rojas, y la otra mujer que sigue en manos de la FARC, la ex congresista Gloria Polanco, desde el 26 de junio de 2001.
Los tres norteamericanos, contratistas del Pentágono, Thomas Howes, Keith Stansell, Mark Gonsalves, fueron secuestrados tras ser derribado el avión en que viajaban el 13 de febrero de 2002.
‘No hay nada más qué hacer sino acatar órdenes’
En las “cárceles del pueblo” en que las FARC mantienen a docenas de rehenes, aquellos que son militares o policías “viven con cadenas al cuello”, reveló ayer una de las dos liberadas por esa guerrilla, Consuelo González, que durante el cautiverio se enteró de la muerte de su esposo y el nacimiento de su nieta.
Los detalles de la dramática y precaria vida de los rehenes de las FARC fueron expuestos por González en una entrevista telefónica desde Caracas a la colombiana radio Caracol, cuyos fragmentos son presentados a continuación:
Dijo que supo del embarazo de su hija Patricia en uno de sus mensajes a través de los programas de radio Caracol. “Después seguí paso a paso por medio de esta comunicación ... fue como el aliciente para seguir viviendo, para resistir y sobrevivir y poder conocerla, poder disfrutarla”.
“En el momento que conozco de la muerte del “Negro”, de Jairo (Perdomo, su esposo) siento que se me derrumba todo, siento que no tiene salida ya mi vida y mi situación cada día es más complicada, porque a raíz de la muerte de “Negro”, se desestabiliza todo en la casa. María Fernanda mi hija menor se va del país...
“Tuve la fortuna de compartir con personas como los militares y policías que llevaban muchos más años de retención, ellos por su misma formación tienen un manejo muy realista de la vida. Ellos me enseñaron que lo más importante es emprender el día a día, que a veces no es fácil, porque siempre lo asaltan a uno los temas del futuro...
“Vivíamos en cárceles que las FARC tiene y que llama ‘cárceles del pueblo’, donde no es posible ni pensar en salir de un espacio. Estamos tras de alambres y uno empieza a inventarse mecanismos de subsistencia...
“Hacía gimnasia diaria, caminaba, para conservar un estado físico por lo menos normal, pensando (primero) en el tema de salud y segundo en el tema de resistencia, para cuando se presentaran las marchas a las que éramos sometidos con frecuencia de meses o de horas largas, o de días y semanas...
Dijo que la comida era casi siempre la misma: arroz con guisantes, frijoles o lentejas. “Cuando (hay) posibilidades de caza de animales salvajes se tiene la posibilidad de comer carne”. Dormían en hamacas o en plásticos sobre el piso.
“Hay un momento en que se entra en contradicción con muchas cosas, revisa también muchos conceptos, trata de fijar posiciones personales que crea uno pueda ser la salida, pero termina uno concluyendo que no hay nada más qué hacer sino acatar y someterse a lo que le están imponiendo...
“Los militares y policías vivían encadenados todo el día... La cadena al cuello y lógico que un resto de cadena lo guardaban en una maleta que se pone al hombro y bañarse encadenados, lavar su ropa encadenados, comer encadenados, cualquier cosa que haga tiene que cargar la cadena”, la que por las noches permanece atada a un palo.
“Allá no hay posibilidad de una atención médica, de que en la presentación de alguna enfermedad complicada no hay nada qué hacer...”.
La ex congresista dijo que padeció paludismo y leshmaniasis, una enfermedad causada por la picadura de un insecto, cuyas lesiones se parecen a las provocadas por la lepra.
“Éramos notificados por quien estaba al frente de nosotros por parte de la FARC de que en un intento de rescate, la orden que tenían era de asesinarnos. Éramos absolutamente conscientes de eso.
“Me enteré (de que recuperaría la libertad) el 17 de diciembre por un avance de Caracol y el 20 de diciembre nos sacaron del campamento y el 21 salimos con rumbo a la libertad hasta el día de ayer. Caminamos mucho...”.
Agilizan encuentro de Emmanuel con su madre
La Fiscalía de Colombia anunció ayer la entrega de las pruebas genéticas realizadas al niño Emmanuel y a la familia de la ex rehén Clara Rojas al organismo estatal que protege al menor para agilizar su encuentro con su madre.
Voceros del organismo judicial recordaron ayer que ése es uno de los pasos que deben seguirse para devolverle la custodia del menor a su verdadera madre, de la que fue separada en 2004 a los ocho meses de nacer, en un proceso que puede durar dos semanas.
La directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Elvira Forero, dijo que Emmanuel podría ser entregado de manera temporal a Clara Rojas mientras un juez define su custodia.