Pregúntele a cualquier tenista si un par de finales y una semifinal en torneos del Grand Slam representa un balance más que satisfactorio para una temporada.
Lo sería para la inmensa mayoría en el circuito, pero no en el caso de Roger Federer. Para el astro suizo, el tenis de los Juegos Olímpicos se presenta como el consuelo para un año fatídico.
Federer se encuentra sumido en su peor racha desde que en febrero de 2004 se encaramó a la cima del ranking mundial y será desplazado por Rafael Nadal del primer lugar al día siguiente de la final del tenis olímpico.
Tras sucumbir en cinco sets frente al español Nadal en la final de Wimbledon, Federer fue derrotado en la segunda ronda en Toronto y luego en la tercera en Cincinnati. No ha ganado un Slam esta temporada, en la que por tercera vez seguida perdió ante Nadal la final de Roland Garros y además fue eliminado en las semifinales del Abierto de Australia. Sólo acumula dos títulos, ambos en torneos que ni siquiera son Masters.
"Ha sido un año sólido, pero la gente espera mucho más de mí por todo lo que he ganado, por lo que los tengo acostumbrados", declaró Federer el jueves, en la que se puede afirmar fue una de las ruedas de prensa más atestadas en la antesala de los Juegos. Fue su primera comparencia ante la prensa desde que se confirmó que bajará de la cúspide.
Federer no titubeó a la hora de definir la relevancia del torneo olímpico y el próximo Abierto de Estados Unidos: "Puedo salvar la temporada con esto y el US Open. Son las dos cosas que más me importan ahora".
Nadal será el número uno a partir del 18 de agosto, es decir al día siguiente de la final de Beijing y con ello pondrá fin al reinado récord de 235 semanas de Federer.
¿Le mortificará el tener en la cabeza que ya no es el indiscutido primero del ranking?
A juzgar por la serenidad de sus respuestas, Federer no parece perder el sueño con ser el número dos.
"Mi objetivo ahora son los Juegos, no los rankings", indicó.
Los de Beijing serán los terceros Juegos Olímpicos en la carrera de Federer, quien en Sidney 2000 perdió el duelo por la medalla de bronce en sencillos y luego en Atenas 2004 cayó en segunda ronda.
Federer ha ganado 12 títulos de Grand Slam, pero sostiene que sus experiencias olímpicas --sobre todo portar la bandera de Suiza en Atenas-- han sido "memorables".
Uno de ellos fue en Sidney, ya que fue ahí donde conoció a Mirka Vavrinec, su compañera sentimental durante ocho años.
"Atesoro muchos recuerdos y momentos especiales", añadió. "Siempre ha sido uno de mis sueños representar bien a mi país", indicó Federer, quien volverá a llevar la bandera suiza en la ceremonia de inauguración del viernes, precisamente el día que cumplirá 27 años.
En sus 20 años de historia, el tenis olímpico se ha caracterizado por lo imprevisible de sus resultados al producirse campeones inesperados como Nicolás Massú y Marc Rosset.
Algo similar podría darse en Beijing, donde el intenso calor y la contaminación son factores capaces de influir en el desempeño de los tenistas.
"No influirá en nada sobre quién va a ganar. No tengo ningún miedo", declaró Federer cuando la preguntaron la calidad del aire en la capital china, una de las urbes más contaminadas del planeta.
Federer, cuyo primer rival será el ruso Dmitry Tursunov, se ha tomado bien en serio su preparación y por ello decidió no quedarse esta vez en la Villa de Atletas para esquivar no ser acosado por sus vecinos.
"Fui un día y la verdad es que no se puede. Hay tantos atletas pidiendo fotos. No me molesta, pero hacerlo todo el tiempo no es la preparación ideal para ganar un oro. Ya viví esas experiencias en Sidney y Atenas ... Ahora puedo escabullirme y prepararme de una manera perfecta".