Enrique Sosa es el líder del grupo Indígenas Navajas de Tierra Blanca, su fervor creció cuando la Virgen de Guadalupe salvó a su hija que había sido atropellada; lo considera un milagro.
RELIGIÓN
Gente de todas las edades acude hoy a conmemorar el aniversario de la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe, algunos han sido testigos de los milagros de la “Madre de México”.
Durango. Enrique Sosa es matachín desde los 12 años de edad, forma parte de uno de los grupos de danzantes más tradicionales de Durango y aunque el fervor por la Virgen de Guadalupe lo heredó por tradición familiar, la vida le dio la oportunidad de vivir un milagro de la “Morenita”. Como Enrique, miles de personas visitarán el Santuario para agradecerle o pedirle protección y ayuda, con historias que se entrelazan en tragedia, felicidad y devoción.
Trágico accidente. A los 48 años de edad Enrique es el líder del grupo Indígenas Navajas de Tierra Blanca, que a más de 15 años de historia ha visto pasar cuatro generaciones de matachines. Ayer el grupo llegó minutos después de las 13:00 horas al Santuario de Guadalupe, “hace cinco años atropellaron a mi hija, estuvo a punto de perder la pierna pero la Virgen de Guadalupe la salvó”, recordó emocionado mientras descansaba.
Enrique recordó que una noche de hace cinco años su hija Judith Yareli había salido de su casa en el barrio de Tierra Blanca sin imaginar que le esperaba una tragedia. “Yo estaba arriba en la casa porque estaba bañando al niño más chico y oí el trancazo, en ese momento yo sentí en mi corazón que había pasado algo; de verdad que lo sentí”; la voz se quiebra y toma aire para continuar, la mirada voltea al cielo para contener las lágrimas, “es que todavía recuerdo ese sentimiento”.
Narró la escabrosa escena que se encontró al salir de su casa, Judith tirada en el piso mientras lloraba, gritaba y sangraba; había sido atropellada. Recuerda que en ese momento no perdió la cabeza ni pensó en agredir al que había atropellado a su hija, un joven de apenas 16 años. La víctima fue trasladada al Hospital General donde los médicos le hicieron pensar lo peor: su hija perdería la pierna derecha.
Llegó el milagro. La mirada de Enrique se centró en un punto fijo mientras rememoraba su estancia en el Hospital General, su hija siendo atendida y los médicos, que entraban y salían, lo único que mencionaban era la probabilidad de que perdiera la pierna. “En ese momento un grupo de gente religiosa que estaba ahí puso sus manos sobre mi cabeza y me recomendó que rezara; levanté la vista y vi a Dios y a Nuestra Madre, me hinqué y llorando les pedí con toda mi alma que le salvaran su pierna”, interrumpió la plática para contener las lágrimas.
“La salvó, ahora ya hasta tiene un bebé”, agregó Enrique y se le esbozó sonrisa. Reconoció que no fue fácil la recuperación pues Judith tuvo que ir más de un año a terapia y aunque quedaron secuelas lleva una vida normal.
Inseguridad aumenta la devoción. José Luis Badillo, párroco del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, afirmó que uno de los factores que han aumentado la devoción por la “Morenita” es el clima de inseguridad que últimamente impera en Durango, lo que lleva a las personas a buscar algo en qué buscar amparo y protección. El sacerdote explicó que ha dialogado con personas que recientemente se han acercado al Santuario para buscar consuelo tras haber sido víctimas de un hecho delictivo como secuestro, asalto o el homicidio de algún familiar.
Tampoco dejó de lado la crisis económica por la que atraviesan las familias y que las lleva a pedirle a la Virgen de Guadalupe que no las desampare, que no les falte el sustento en casa ni el alimento.
Cifra incierta. El párroco no supo precisar la cantidad de feligreses que visitarán el Santuario a lo largo de este día, pero calcula que los dos templos que lo conforman tienen la capacidad para albergar entre cuatro mil y cinco mil personas por hora. Confirmó que la primera misa del día será desde las 6:00 de la mañana y la última será a las 9:00 de la noche.
Interés comercial. “Creo que aquí ya prevalece más el interés económico, ayer (miércoles) tuvimos muchos problemas con los comerciantes porque no dejaban pasar las peregrinaciones y ayer (hoy) tuvimos el mismo problema”, precisó el sacerdote al ser cuestionado sobre su parecer por la multiplicación de los puestos en la romería. Se mostró consciente del esfuerzo que han realizado las autoridades por controlar los límites de los puestos que se instalan.
Por los vivos y los muertos. “Vine a pedir por todos los niños y también por mis muertos”, explicó Amalia Navarrete Cháidez al salir del Santuario ayer al medio día; detalló que oró por su hijo que se suicidó hace ya 19 años, era estudiante de la Universidad Juárez y tenía 27 años. Hace diez años falleció su esposo a causa de la diabetes, pero a pesar de su avanzada edad, 83 años de edad, visita a la Virgen de Guadalupe para rezar “por los vivos y por los muertos”.
Juan Manuel Cárdenas
El Siglo de Durango
El 90 por ciento, “guadalupanos”
Durango. José Luis Badillo, párroco del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, informó que el 90 por ciento de la población católica de Durango es devota de la “Morenita del Tepeyac”, por lo que el 12 de diciembre se convierte en una de las festividades más numerosas de la religión. La Dirección Municipal de Seguridad Pública informó que a lo largo de las dos semanas previas de celebración, se registraron aproximadamente de 240 peregrinaciones que partieron de diferentes puntos de la ciudad y desde ayer se implementó un operativo especial para custodiar la zona, con 50 agentes de Seguridad Pública y otros 50 de Vialidad.
