A Fernando Martí le gustaba jugar futbol. Era portero. Le fascinaban los coches. Además cantaba, él mismo componía sus canciones, recuerdan algunas de sus compañeras de infancia.
Era el menor de tres hermanos en su familia. Juan y Alejandro son los otros dos. El primero, de 16, era mayor que él por sólo año y medio, a quien le queda grabado en sus recuerdos que a Fernando le gustaba mucho tocar la batería. “Siempre nos peleábamos, pero siempre nos incontentábamos”, confesó este martes en entrevista con W Radio después de la misa en su memoria.
Juan Martí también afirmó que es necesario que su familia salga de México.
Por su parte, Alejandro Martí relató que se fue a estudiar a Estados Unidos durante un año, transcurso en el cual no convivió mucho con su hermano Fernando, aunque ambos habían querido irse pues “nos daba miedo México y lo que estaba pasando”.
Un niño normal, muy desenvuelto, muy alegre. Es la descripción que dio Adriana Domínguez, madre de amigos cercanos de Fernando. “Estamos hartos de estar cuidándonos todos como si viviéramos en una selva”, reclamó durante la entrevista.