Desde 2006, el Gobierno de Coahuila y el Ayuntamiento de Torreón mantienen una disputa por el destino de los recursos del Fideicomiso para la Seguridad Pública, disputa que en este año 2008 se ha intensificado y que mantiene detenida la inversión en este importante rubro. En los últimos días, el desencuentro entre ambos niveles de Gobierno ha sido tal que incluso raya en la necedad. Lo grave del asunto es que la región, debido a la creciente ola de inseguridad, no está para este tipo de pleitos.
El Ayuntamiento insiste en utilizar parte de los 20 millones de pesos que le toca aportar en el pago de seguros de los policías y en el pago de mantenimiento y seguro de las patrullas, y el resto para cumplir los compromisos con el programa del Subsidio para la Seguridad Pública Municipal.
El Estado no está de acuerdo con esta distribución del recurso ya que considera que el Municipio no está respetando el “espíritu” del Fideicomiso, que es invertir en infraestructura y tecnología para las corporaciones policiacas. Según la Administración estatal, el Ayuntamiento quiere usar el dinero para el “gasto corriente” de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, por lo que no ha querido liberar los 20 millones de pesos que le corresponden hasta que la autoridad local reconsidere su postura.
Además, el Ejecutivo Estatal insiste en la necesidad de adquirir un helicóptero para reforzar la vigilancia en la ciudad de Torreón, pero el Municipio cree que esta compra es innecesaria y que mejor sería aumentar el número de patrullas.
Por si fuera poco, otro de los asuntos que ha creado tensión entre ambos niveles de Gobierno es el de la demora en la entrega de armas y municiones, un pedido que se hizo desde el año pasado y del que hasta ahora sólo se ha entregado la mitad.
En la semana que recién terminó, luego de más discusiones estériles, el Gobierno del Estado emplazó al Ayuntamiento a que a más tardar el 30 de junio defina su plan de inversión en materia de seguridad, con lo cual se espera destrabar la entrega de los 35 millones de pesos que faltan para el Fideicomiso, recursos que debieron estar disponibles desde mayo. Pero, mientras ambas autoridades se ponen de acuerdo, la delincuencia común y el crimen organizado continúan asolando a la región.