La temporada grande 2008-2009 de la Monumental Plaza de Toros México ha llegado a la mitad, al momento seis de los 12 carteles anunciados se han realizado.
La sexta fecha se celebró con la participación de Uriel Moreno el “Zapata”, Leopoldo Casasola y Guillermo Martínez. Lidiando un encierro de la ganadería de Rancho Seco.
Aun cuando el arte y el valor de los alternantes se reflejaron con sus actuaciones en el ruedo, arrancando el ole de la afición, lamentablemente los resultados fueron desfavorables para los diestros, quienes se fueron en blanco tras no obtener trofeo alguno.
Uriel Moreno el “Zapata”. A pesar de la sublime labor con la capa, haber cubierto el tercio de banderillas y brindar torerismo con temple y sentimiento con la muleta, los trofeos se le fueron de las manos al fallar con el acero. En su primer enemigo escuchó palmas y en el segundo aviso y silencio. Al tercero (séptimo, de regalo) le realizó una grandiosa faena en la cual dejó extasiada a su afición tras realzar a “Imposible”, a fin de cuentas el trofeo por igual se le esfumó.
Leopoldo Casasola. Con su primer enemigo dejó ver su proceso y madurez que está alcanzando en su toreo, lamentablemente tras pinchar en tres ocasiones da muerte al astado y se retira en silencio.
Con el segundo de su lote armó la escandalera, a tal grado que el público entero le solicitaba el indulto, pues se saciaron ante el recorrido, la nobleza y la calidad del temple con el cual “Jolgorio” acudía a la muleta. El novel torero se encontró en la disyuntiva de perdonar a su enemigo y dejar que la divisa se llevara los máximos honores o bien tras darle muerte arrancarle los trofeos. En el tendido la gran cantidad de pañuelos solicitaba a la autoridad el indulto, mientras en el callejón el apoderado del torero se acerca a las tablas y pide al diestro ejecute la suerte máxima.
Leopoldo Casasola sin escuchar al tendido va por su enemigo, pincha en hueso y finalmente le da muerte. Con ello se evaporó cualquier posibilidad de llevarse el anunciado rabo, así como brindar los honores del indulto a “Jolgorio”, de la ganadería de Rancho Seco, quien sólo recibió arrastre lento y vuelta al ruedo.
Guillermo Martínez. Salió con el santo de espalda pues le tocó lo peor del encierro, su primer enemigo con menos cara y trapío, fue severamente protestado por el público, ante las condiciones del toro el respetable no perdona al torero. Y éste simplemente abrevió en sus actuaciones, para colmo emuló a los alternantes fallando con la espada hasta llegar a escuchar un aviso.
Contrastes en el ganado de Rancho Seco. Con solicitud de indulto del toro “Jolgorio” rescató la divisa, el resto del encierro dio juego irregular y el tercero fue protestado ruidosamente de inicio a fin por la falta de cara y trapío. El resultado artístico fue dos salidas al tercio, una del “Zapata”, ovación con saludos en el primero, silencio en el segundo y palmas en el de regalo, y la otra de Casasola, palmas en su primero y ovación con saludos en su segundo. Por su cuenta Guillermo Martínez, silencio en sus dos enemigos.
De no haber fallado con la espada, los trofeos hubieran sido abundantes, sin embargo los dos diestros conectaron enormemente con el tendido de la México, quienes como nunca corearon el ole al admirar las demostraciones de su torerismo durante la sexta corrida de la temporada grande 2008–2009 de la Monumental de Insurgentes.