Los aficionados salieron anoche a las calles a festejar el triunfo del Santos Laguna frente a Cruz Azul por 2-1 que lo acerca a la conquista del campeonato del Torneo Clausura 2008. (Fotografías de Jesús Hernández)
La afición sufrió pero al final del encuentro entre Santos y Cruz Azul se desbordó en celebraciones.
Una vez que el árbitro central Marco Antonio Rodríguez dio el silbatazo final del juego de ida de la final entre Cruz Azul y Santos Laguna, estalló el júbilo en la Comarca y sus habitantes salieron a festejar el triunfo de los Guerreros, que por primera vez en su historia ganaron en el partido de visita por la conquista del campeonato.
En la primera final que disputó Santos Laguna, en la temporada 1993-1994 contra Tecos de la UAG, ganó en el juego de local por 1-0 con gol de Héctor “Ruso” Adomaitis en el cobro de un penalty; en el partido de visita perdió 2-0 en tiempos extras, cayendo por global de 2-1 y Tecos se coronó campeón.
Dos años después, en el Torneo de Invierno 1996, primer torneo corto del futbol mexicano, los Guerreros regresaron a la final, que disputaron contra el entonces bicampeón Necaxa, en el juego de visita perdieron 1-0 en el Estadio Azteca con autogol de Benjamín Galindo, en el partido de local ganaron los Guerreros 4-2, quedando el global 4-3 y conquistaron el primer campeonato de su historia.
En su tercera final, la cual disputó contra Toluca en el Torneo de Verano 2000, perdió tanto de local como de visitante, en el Estadio Corona ganaron los Diablos Rojos por dos goles a cero y en el Estadio Nemesio Díez el Toluca sepultó al Santos Laguna por goliza de 5-1.
La cuarta final del equipo verdiblanco fue contra Pachuca, en el juego de visita, celebrado en el Estadio Hidalgo, ganaron los Tuzos 2-1, y en el de local se impusieron los Guerreros 3-1 para quedar en el global 3-2, coronándose campeones por segunda vez.
En esta su quinta final, los Guerreros cambiaron la historia y ganaron anoche de visitantes al Cruz Azul 2-1 en el Estadio Azul de la Ciudad de México, después de ir perdiendo 1-0.
SUFRIÓ Y GOZO LA AFICIÓN
La Comarca Lagunera se paralizó anoche cuando Nicolás Vigneri adelantó a Cruz Azul en el marcador 1-0. La poca gente que se había concentrado en la fuente del Pensador de la Alameda Zaragoza para ver el partido en una pantalla gigante enmudeció cuando el delantero uruguayo remató de cabeza el centro del paraguayo Carlos Bonet.
En un restaurante cercano a la Alameda Zaragoza, el propietario del mismo se salió un rato a la calle mientras se le pasaba el disgusto por el gol anotado por Cruz Azul.
No obstante que los Guerreros perdían 1-0 al término del primer tiempo, la gente seguía prendida del televisor en los diferentes rumbos de la ciudad, cuando de repente se escuchó el grito de gol en la Comarca, desde San Pedro, Coahuila, hasta Mapimí, Durango, cuando Fernando Arce empató el marcador.
Fernando Arce volvía a hacerse presente, cuatro días antes anotó el gol que le dio un empate agónico a los Guerreros frente a Rayados, el cual representó la calificación a la quinta final. Ahora rescataba a su equipo para ponerlo en la pelea frente a los cementeros.
¡Por algo lo trajo Daniel Guzmán!, reflexionó un aficionado frente a la fuente del Pensador, mientras los demás gritaban “¡sí se puede, sí se puede!”, y los pequeños empezaron a sonar sus trompetas en señal de buen augurio.
La imagen de la pantalla gigante colocada en ese lugar había mejorado notablemente su imagen, pues al principio de la transmisión los últimos rayos solares del día la opacaban y no podían distinguirse bien las imágenes, tan sólo podía escucharse el audio.
Cruz Azul atacaba con todo, pero en el pecado llevó la penitencia, pues falló varias oportunidades de gol, cuando al minuto 85 surgió la figura del ecuatoriano Christian Benítez, quien con dos quiebres magistrales burló el muro de cemento y con certero disparo mató a Yosgart Gutiérrez.
El grito de “¡Santos, Santos!” retumbó por toda la Comarca y sus seguidores vivieron al filo de la butaca los últimos minutos del juego de ida contra Cruz Azul.
El silbatazo final de Marco Antonio Rodríguez marcó el inicio del festejo, la sinfonía de los claxons empezó a escucharse alrededor de la Alameda Zaragoza, por avenida Morelos, Paseo de la Rosita y los principales puntos de reunión.
El triunfo de anoche del Santos Laguna fue festejado de diferentes formas, un grupo de aficionados que se habían dado cita en un restaurante de la Alameda Zaragoza alzaron su copa de tequila para celebrar el 2-1.
Los vendedores de banderas y de spray de nieve seca aparecieron de inmediato por diferentes rumbos, Santos Laguna había ganado por 2-1 a Cruz Azul y había que festejarlo, pues “el equipo pinta para campeón”, manifestó Álvaro Torres, encargado de la pantalla gigante, mientras la desconectaba.
El tráfico vehicular empezó a hacerse lento por calzada Colón, desde el boulevard Independencia al Revolución, las filas de carros sumados al festejo empezaron a crecer por arte de magia, la santosmanía se ha recargado de energía con el equipo que dirige Daniel Guzmán.
Una vagoneta de color guinda que transitaba por calzada Colón mostraba la leyenda “Yo amo a Matías”, mientras que la mayoría de los carros tenían inscrito en sus parabrisas la frase “Santos campeón”.
Entre los laguneros la alegría empezó a desbordarse anoche, ojalá que los festejos no vayan a ser de consecuencias funestas. Ante la posibilidad de que Santos Laguna pueda ser campeón debe imperar la calma entre sus seguidores, los cuales no deben olvidar que el futbol es un espectáculo para gozarlo en sana convivencia.
REACCIONES
El ingeniero Pedro Madero Gómez manifestó estar contento por el triunfo obtenido por Santos Laguna, ya que desde su punto de vista amarró prácticamente el campeonato.
Agregó el profesionista que nunca dudó de la capacidad de los Guerreros, aun cuando iban perdiendo 1-0 en el primer tiempo.
Javier Zermeño Varela consideró que Santos Laguna hizo un buen juego, pues supo soportar los embates de Cruz Azul y los sorprendió en sus llegadas al frente.
Zermeño Varela tiene confianza en que los Guerreros van a volver a ganar el próximo domingo, sin embargo, no deben confiarse “pues del plato a la boca se puede caer la sopa”.
Óscar Máynez Casas estaba contento por el triunfo obtenido por Santos Laguna, el cual calificó de excelente, aunque su esposa lo vaya a mandar a dormir al suelo por el enojo que le causó la derrota cementera, comentó en tono de broma.
Para finalizar, dijo que Santos Laguna sacó anoche a relucir la casta y demostró que “un guerrero nunca muere”.
