Los líderes de Grupo de los Ocho participaron ayer en la plantación de árboles que conmemoran la cumbre del G-8 antes de una sesión de foto de grupo en Toyako, Japón. En la gráfica se observa a la canciller alemana Angela Merkel, el presidente de EU George W. Bush, el primer ministro japonés Yasuo Fukuda, el presidente francés Nicolas Sarkozy y el presidente ruso Dmitry Medvedev. (AP)
Insta el G-5 a que los países más ricos bajen las emisiones de gases de efecto invernadero entre 80 y 90%.
Las principales potencias del mundo apoyaron ayer una meta para reducir a la mitad las emisiones de los gases de invernadero en 2050 y advirtieron que los altos precios del petróleo y los alimentos amenazan la economía mundial.
El Grupo de los Ocho países más industrializados del mundo (G-8), que representa casi el 60% de la economía mundial, enfrenta presiones crecientes para emprender acciones decisivas a fin de resolver los problemas financieros más urgentes del mundo y evitar un alza en las temperaturas del planeta, potencialmente catastrófica.
En un comunicado emitido tras el segundo de los tres días de la cumbre, los miembros del G-8 dijeron que apoyan la meta de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero al menos a la mitad para mediados de este siglo, en un paso para revivir las conversaciones encabezadas por la ONU, las cuales buscan un nuevo pacto en materia del calentamiento global para finales del año próximo.
El G-8 -formado por Estados Unidos, Japón, Rusia, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Canadá e Italia- convocó también a las principales economías emergentes, como China e India, a que se unan en el esfuerzo para controlar el calentamiento global.
“Este desafío global sólo puede ser enfrentado con una respuesta global, en particular con la contribución de todas las economías principales”, señaló el G-8 en un comunicado conjunto de cinco cuartillas sobre el tema climático.
El año pasado, durante la cumbre en Alemania, el G-8 prometió contemplar seriamente la misma meta. Este año, Japón, el anfitrión de la cumbre, esperaba consolidar ese compromiso durante el encuentro en Toyako, en la isla septentrional de Hokkaido.
Estados Unidos y la Unión Europea elogiaron el acuerdo, al considerarlo un progreso para impulsar las conversaciones encabezadas por la ONU. Pero los ambientalistas y algunos países en desarrollo, incluidos México y Brasil, dijeron que el pacto resulta insuficiente, ante la necesidad de que los países ricos fijen plazos más cortos para lograr sus objetivos.
“Es esencial que los países desarrollados asuman el liderazgo para lograr reducciones ambiciosas y absolutas de las emisiones de gases con efecto invernadero”, señaló el llamado Grupo de los Cinco países emergentes, integrado además por India, China y Sudáfrica. El G-5 instó a que los países más ricos reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero entre 80 y 90% para 2050, respecto de los niveles de 1990.
MUY OPTIMISTAS
En el tema económico, el G-8 se mostró “optimista”, pese a los problemas actuales.
Los líderes convocaron a elevar la producción petrolera y las capacidades de refinación en el corto plazo. En el mediano plazo debe aumentarse la inversión y deben diversificarse las fuentes de energía y realizarse más esfuerzos para mejorar la eficiencia energética.
Destacaron que el crecimiento en los países emergentes sigue siendo fuerte.
“Sin embargo, la economía mundial enfrenta ahora incertidumbre y persisten los riesgos”, añadió el documento. “Enfatizamos nuestra seria preocupación por los elevados precios de los productos básicos, especialmente el petróleo y los alimentos, dado que esto representa un desafío serio para un crecimiento estable en el mundo, tiene implicaciones severas para los más vulnerables y agrava las presiones inflacionarias mundiales”, señaló el comunicado sobre la economía mundial.
Renuevan objetivo de ayuda a África para 2010
El grupo de los siete países más industrializados y Rusia (G-8) renovó ayer su objetivo de doblar la ayuda a África para 2010 e indicó que considerará la posibilidad de extenderla, indica un comunicado divulgado en su cumbre de Toyako (Japón).
En el comunicado, los Ocho anunciaron también nuevas iniciativas de ayuda, entre ellas la promesa de 100 millones de dólares para la adquisición de mosquiteros tratados con insecticida para 2010 y un aumento de los trabajadores sanitarios en el continente.
Asimismo, expresaron su compromiso para luchar contra ciertas enfermedades tropicales y tratar al 75 por ciento de los afectados en un plazo de tres a cinco años.
Los líderes también se mostraron de acuerdo en colaborar para ayudar a los países africanos a aumentar su producción agrícola y fomentar la inversión.
“Reconocemos que la asistencia oficial directa del G-8 y otros donantes a África debería ser revisada y puede ser necesario aumentarla en el periodo posterior a 2010, más allá de nuestros compromisos actuales”, declaran los líderes de EU, Japón, Canadá, Rusia, Francia, Italia, Alemania y Reino Unido.